Se preveía un choque igualado e intenso el que enfrentaba al CAI Zaragoza y Bizkaia Bilbao Basket en el Príncipe Felipe. Y así lo fue. El partido no pasará a la historia del basket por su calidad, pero cumplió con las expectativas en cuanto a emoción. Al descanso se llegaba con 36-39 para un conjunto visitante que sumaba un espectacular serie de 7/10 desde la línea de 3 puntos. Los visitantes bajaron el nivel de acierto, pero supieron mantener la calma, respondiendo a todos los golpes, en forma de parciales, de los maños. Al final, Bizkaia Bilbao Basket acabó venciendo en la difícil cancha maña por 68-74.

Tal y como hemos mencionado, todo bajo los parámetros esperados. Emoción, intensidad e incertidumbre en el marcador hasta los minutos decisivos. Pero hubo en este contexto 2 protagonistas inesperados, 2 jugadores que se saltaron el guion y cuya aportación fue vital para la victoria de Bizkaia Bilbao Basket , nos referimos a Javi Rodríguez y Dimitrios Mavroeidis.

Discutido por muchos por su mediocre rendimiento, Javi Rodríguez había pasado prácticamente al ostracismo desde el regreso de Josh Fisher a Bizkaia Bilbao Basket. El base gallego llevaba dos jornadas sin disputar ni un solo minuto de juego y no parecía entrar, en principio, en los planes de Fotis Katsikaris. Sin embargo, el técnico heleno ha decidido conceder una nueva oportunidad a Rodríguez, a la vista de la gris aportación del dueto Jackson-Fisher en el comienzo del encuentro. Y cual Ave Fénix el director de juego de Bizkaia Bilbao Basket ha mostrado su mejor cara, aquella que hizo subir su cotización como la espuma cuando defendía los colores de Manresa. Intenso atrás, repartiendo juego y recogiendo rechaces clave en la zona contraria, además se ha mostrado acertado en las pocas ocasiones que ha mirado al aro. Su salida fue clave para que los visitantes levantaran cabeza en el 2º periodo y llegasen con ventaja al descanso (36-39). Y no menos importante sería su aportación en los minutos finales. Sus números fueron 6 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias, tal vez no demasiado espectaculares, pero que saben a gloria a un jugador que no pasaba por sus mejores momentos.

Dimitrios Mavroeidis no es una estrella del baloncesto. Ni tiene un talento exorbitante. Ni tampoco le sobran los centímetros para fajarse con los centers puros de la ACB. Pero su aportación es honesta, el jugador ofrece trabajo y grandes dosis de pundonor para hacer el trabajo que le corresponde, sin florituras, ni extralimitaciones. Debutante en la ACB, desde el primer momento se vio en Bilbao que podía ser un jugador muy útil. Como suele ocurrir con los novatos en nuestra liga, su rendimiento hasta el momento estaba siendo irregular, aunque ya había dejado muestras de su valía, como cuando sumó hasta 7 rebotes ofensivos en el duelo frente a Caja Laboral Baskonia. Ante CAI Zaragoza, el pívot heleno ha explotado, completando una actuación espectacular en apenas 12 minutos que ha estado en cancha. En esa docena de minutos ha sumado nada menos que 15 puntos y 4 rebotes, logrando ser, con 18, el jugador más valorado del encuentro. Un 2+1 logrado en el último minuto por Mavroeidis ha sido decisivo para certificar la victoria de los suyos.

Por lo demás, y en lo que respecta al CAI, preocupa la poca aportación de jugadores clave como David Barlow o Rafa Hettsheimeir (3 puntos) o David Barlow (2 puntos), entre otros. Paolo Quinteros (17 puntos) ha estado, en ocasiones, muy solo en ataque, teniendo que hacer la guerra por su cuenta, lo que le ha costado perder hasta 6 balones. Incluso Carlos Cabezas, protagonistas en muchas de las victorias sumadas por CAI esta temporada, ha estado muy gris, sumando 8 puntos, pero con muy malos porcentajes de tiro (1/8). Con todo, los maños han estado en el partido y con opciones de victoria hasta los instantes finales. Tras comenzar el encuentro dominando en el marcador (21-16, min. 10), el gran acierto exterior bilbaíno y la salida al campo de Javi Rodríguez han hecho cambiar de sentido el marcador. En la 2ª parte los maños han ido a remolque en el luminoso, siempre con rentas contrarias muy cortas, teniendo a su rival a tiro de piedra (51-56, min. 30). Así, los de Abós llegaban al último minuto con opciones de victoria. Pablo Aguilar (10 puntos y 5 rebotes), que sigue sin alcanzar al nivel demostrado en Granada, falló un triple en buena posición para poner a su equipo por delante. Luego llegó el 2+1 de Mavroeidis y ahí acabó el partido…

En definitiva, juego gris, pero emoción y tensión en un encuentro que los más de 10.000 espectadores que se congregaron en el Principe Felipe vivieron con gran intensidad, manifestando sonoramente su desaprobación a la labor del trío arbitral.