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Estaba que no podía aguantarse las ganas de volver a jugar. Este verano, jugando con la selección promesas una inoportuna recaída de la lesión de rodilla que tuvo la pasada temporada le impidió realizar la pretemporada. Después la cosa se fue complicando y hasta hoy no ha podido estrenar esta nueva liga.

Y su debut ha sido como una gran explosión. Tuvo unos primeros segundos un poco dubitativos, con dos pérdidas de balón incluidas, y es que la emoción a flor de piel se notaba, pero pronto Saúl empezó a hacer una de las cosas que sabe, como asistir (sus dos primeras intervenciones positivas fueron dos asistencias), asumir la responsabilidad en la que parecía última jugada del cuarto (triple convertido) o sorprender a todos con un robo y una nueva asistencia en los 4 segundos que faltaban para el descanso.

Así ve el Baloncesto Saúl, y tenía ganas de demostrarlo. Sus compañeros lo han entendido y los ánimos desde el banquillo y la grada no han podido ser más fervientes.

Luis Casimiro también esperaba como agua de mayo este retorno: “Estoy contento porque ha vuelto, ha jugado 14 minutos de calidad y ahora podemos hacer más cosas“, dijo el técnico.

Estas nuevas cosas posibles para el Fuenla serán, por ejemplo, tener más oxígeno en posiciones perimetrales. Un oxígeno que estaba faltando más que nunca con Nesovic en el más oscuro de los ostracismos. ¿Volverá algún día a la dinámica de los partidos? Casimiro nos lo aclara: “Las posibilidades de que Nesovic vuelva dependen de él, pero si no aprovecha sus oportunidades y el resto del equipo está apretando será muy difícil“. Malos tiempos para el bosnio.

Ahora Radivojevic sigue teniendo pluriempleo, pero puede dejar que Tomas y Saúl lo sustituyan en el puesto de escolta. Además Sandes cada vez aporta más y Tomas está ejerciendo de jefe, con penetraciones casi kamikazes que reviven el espíritu del más atrevido Solana sobre el parquet del Fernando Martín. Por no hablar de un Paraíso que por momentos parece el jefe del grupo. Hoy en el segundo cuarto ha tenido unos segundos mágicos en los que ha anotado un triple, ha puesto un tapón y acto seguido se ha marcado otro triple.

Y aún así el Fuenla ha perdido. Ha perdido porque el núcleo del equipo es más joven que nunca y estas cosas se notan. Ha perdido porque con un punto arriba les han robado un balón clave. Ha perdido porque el poderío reboteador ha desaparecido en el momento más delicado. Ha perdido porque este equipo tiene que hacerse más duro.

Pero las sensaciones a la salida del pabellón no son del todo malas, sino esperanzadoras. Esperanzadoras porque cuando Marko Tomas baja la mirada y su gesto se ensombrece da más miedo que Anakin Skywalker en el lado oscuro, porque PJ Ramos es capaz de parar a Daniel Santiago, porque pone 3 tapones y coge 9 rebotes y nos parece una estadística “normalita”, porque por Ferrán no pasan los años, porque Jorge García ya no parece un mero complemento, porque en definitiva, parece que lo que no faltan son mimbres.

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