Luis Scola sigue aspirando a dar el salto a la NBA. El, por ahora, jugador del Tau ha declarado en Argentina al programa de radio “La pelota no dobla” de FM Rock & Pop que jugar en la NBA fue siempre un sueño y es un proyecto a cumplir como objetivo, si es que se da. Cuando uno es chico, siempre tiene sueños y quizás algunos son inalcanzables. Yo he soñado jugar en la selección, jugar un mundial, ir a la NBA. Si esto se da de golpe es como que a uno lo golpea, vive en una nube. Llegar de a poco, significa dejar de ser sueño para transformarse en objetivo. Hoy la NBA está cerca en muchos aspectos y en otros puntos está como objetivo.
Mientras se aclara su futuro, el mejor jugador de la recién terminada temporada asegura que tiene claro que hoy la realidad dice que sigo siendo jugador del Tau. Tengo un contrato en vigor. Al día de hoy no hay nada que pueda hacer cambiar esto. En la NBA, en el tema de los contratos, es muy variable y cambia todo muy rápido. Pueden pasar diferentes cosas, pero yo tengo que respetar mi contrato con el Tau. Esto es una situación muy buena para mí. Antes entre la NBA y el resto del basket mundial había muchísimas diferencias. Hoy no hay tanta diferencia con Europa. Está el caso de Pedraj Drobnjak, que es jugador muy cotizado en NBA, con un contrato altísimo y varios años jugando ahí, firmó por el Tau. Antes esto era impensable por menos minutos que juegues, por más perdedor que fuera tu equipo, nunca ibas a cambiar NBA por Europa. Jugar en Europa en un equipo grande, que pelee títulos, pude llegar a ser más valioso que jugar en algún equipo descafeinado de la NBA.
En estos momentos el jugador aprovecha un verano sin partidos con su selección para reposar junto a su familia: Por más que uno esté al tanto de lo puede ocurrir con mi futuro, a través de llamados telefónicos, sumado a que este año no tenemos partidos con la selección, es una posibilidad única de relajarme, de perder un poco la forma física, es una buena época para disfrutar acá, en Argentina, de la familia y de los amigos. Lo mismo es difícil aislarse del todo.
Cuando se le pregunta sobre los logros y éxitos deportivos acumulados el pasado año, Scola saca a relucir que a nivel resultados, con la selección argentina, no hay manera de mejorarlo. A nivel juego puede ser. Para decirlo de alguna manera yo soy medio bilardista. Mientras uno gane no hay nada que decir del nivel del juego. Hay equipos que juegan bárbaro y pierden. Es el caso de España que jugó en un nivel altísimo y terminó séptima, mientras que a nosotros nos criticaron durante todos los juegos olímpicos y nos volvimos con la medalla de oro. No tengo ninguna duda, quiero resultados.
Para que Argentina llegase a lo más alto en los Juegos, Scola tiene claro que el factor clave ha sido la desaparición de las diferencias entre el baloncesto NBA y el FIBA: En los mundiales del 94´ y 98´ era muy difícil, muy raro, que alguien le ganara a los EEUU. Era ver como ganaban por treinta y quien iba a ser segundo. Ahora con el basket de FIBA, con todos los jugadores europeos, con lo están en NBA, con los que jugamos en Europa, sumado a que EEUU. viene perdiendo en competencias importantes, a mí como fanático del basket en general y del FIBA en particular, me crea una gran expectativa el torneo que viene. La diferencia con los Juegos Olímpicos son muchas, fundamentalmente porque a los juegos, hasta el deportista más prestigioso lo disfruta como si fuera un turista más. Andas todo el día con la camarita de un lado a otro, vas a ver otras disciplinas, la villa olímpica te hace vivir de otra manera. Sos un granito de arena en una gran playa. En el mundial todos vamos a lo mismo y más metidos. Hay más lujo, más infraestructura. Los juegos al ser amateurs tien en un encanto que no lo encontras en un mundial.
Volviendo a hablar de su futuro, el ala-pívot tiene claro cual es el camino que quiere tomar, así que al Tau le comuniqué que mi intención es jugar esta año en la NBA, aunque uno peude tener muchas intenciones de jugar en la NBA y de muchas otras cosas, pero a veces por diferentes motivos a veces no se da. Por otro lado, si me tengo que quedar en el Tau voy a estar muy contento porque ahí tengo una gran situación, una gran realidad, me quieren mucho, soy el capitán, y además sería un punto negativo irme después de haber perdido la final como la perdimos. Esta derrota todavía no la superé. Me gustaría terminar mi ciclo en el Tau.