Históricamente, el puesto de base en Unicaja ha significado garantía, espectáculo, pundonor y, en ocasiones, leyenda. Desde aquella dupla en la 2005/06 con Pepe Sánchez y Carlos Cabezas -con la que el bloque malagueño se proclamó campeón de la ACB- hasta los Granger, Calloway, Nedovic y compañía. Esta pasada campaña, Alberto Díaz, Jaime Fernández, Matt Mooney y Norris Cole asumieron el rol de base en el conjunto que empezó dirigiendo Katsikaris y que acabó con Ibon Navarro en los banquillos. El balance de 13 triunfos y 21 derrotas hizo reflexionar en el seno del club andaluz y, por ello, han buscado piezas en el mercado que les puedan dar un salto de calidad. Uno de los primeros fichajes fue Kendrick Perry, base americano de 29 años y 1’85 de altura.

Trayectoria

Kendrick nació el 23 de diciembre de 1992 en el estado de Florida. Se formó en la poco conocida Universidad Estatal de Youngstown donde ya empezó a despuntar como un excelso anotador y, tras no ser drafteado en 2014, hizo las maletas rumbo a Australia para enrolarse en las filas de los Sidney Kings. Esa misma temporada, en 2015, se unió a los Iowa Energy, el equipo afiliado a los Minnesota Timberwolves. Poco le duró la experiencia en su país natal, pues meses después voló de nuevo, pero esta vez hacia tierras europeas para recalar en el Egis Körmend húngaro. Allí demostró que su potencial ofensivo seguía intacto al anotar más de 15 puntos de promedio, y eso le llevó a fichar por el Karpos Sokoli macedonio, donde coincidió con los ex ACB Zoran Vrkic y Dominik Mavra. En Macedonia bajó ligeramente sus prestaciónes y decidió volver a Hungría, concretamente al Szolnoki Olajbanyasz, donde logró unos números similares a los de su primera etapa en la máxima división húngara.

Sus grandes actuaciones llamaron la atención del Nizhny Novgorod de Czerapowicz y Vladimir Dragicevic, quien tuvo un paso fugaz por Baskonia. De nuevo, volvió a brillar con luz propia al irse por encima de los 16 puntos por encuentro, y en la temporada 19/20 Misko Raznatovic lo reclutó para “su” Mega Bemax. Tampoco defraudó: 18,5 puntos y 6,2 asistencias de media. De hecho, Solobasket se hizo eco de su buen rendimiento. El año siguiente probó suerte en Cedevita, que disputaba la Eurocup, y no defraudó: los 15,5 puntos por partido no pasaron desapercibidos para un Panathinaikos que buscaba volver a la élite europea. En Grecia no pudo exhibir la calidad que atesora; tanto es así, que en su debut ante Mónaco en la Euroliga obtuvo un -10 de valoración. En 19 partidos, sus números fueron muy discretos y no superó los 5 puntos de media. A mitad de temporada, el conjunto heleno decidió cortar al base americano y a finales de enero se unió a Buducnost, con quien disputó la Eurocup y retomó las sensaciones de temporadas pasadas: esa fue la última parada antes de llegar a Málaga.

Puntos fuertes

Se ha remarcado al hablar de su trayectoria. Su principal arma es el potencial ofensivo. Si se siente cómodo y enchufado, puede dinamitar él solo un partido. quizá no ganarlo y echarse el equipo a la espalda, pero sí hacer reaccionar y darle esa chispa necesaria. Es rápido, ágil y atrevido. Posee muchos puntos en sus manos y, aunque no sea un excelente francotirador, si tiene el día puede meter tres, cuatro o cinco triples. En ocasiones, se puede complementar con un base más tradicional, con alguien que domine el tempo. Porque Kendrick Perry es un playmaker que juega, que absorbe balón y que finaliza acciones. Si encaja en el equipo, puede ser el revulsivo necesario que llegue hasta los 10 puntos por encuentro; si coge confianza, estamos ante un killer anotador. Cuando se siente la referencia ofensiva y cuenta con el apoyo de los compañeros, es letal. Cabe destacar que ha demostrado generar juego en algunos equipos, combinándose con los interiores tras romper a su rival.

Además, su intensidad se deja ver también en el aspecto defensivo, pues su actividad con las manos y su velocidad hacen que sea capaz de estar bien posicionado a la hora de defender al rival. En este sentido, y en un equipo como el Unicaja, su rol deberá estar más centrado en estar preparado para atacar y para defender, no solo para atacar como si no hubiera mañana. En resumen, es un jugador que puede ofrecer mucho talento ofensivo y que también puede aportar intensidad atrás.

Puntos débiles

No todo son fortalezas, claro. Su estilo de juego es particular, poco organizado en muchos momentos. Como se ha dicho, necesita balón, arriesgarse y sentirse protagonista para destacar, y por ello es importante que se entienda qué lugar tendrá en los esquemas de Ibon Navarro. Es altamente probable que su rango de tiro en la Liga Endesa disminuya considerablemente, y esa adaptación no será fácil. Aunque, todo sea dicho, ya tiene la experiencia de cuando vistió la camiseta de Panathinaikos; allí no acabó de encajar, pero en Málaga están expectantes por saber cómo afrontará Perry esta nueva andadura.

Por el momento, la exigencia de una competición como la Eurocup la ha superado con creces, y las dudas llegarán cuando bases que sean especialistas defensivos pongan en apuros al base estadounidense. Ahí tendremos que ver cómo se desenvuelve el jugador nacido en Florida, porque no hay que olvidar que esta será su primera experiencia en España, y a veces ocurre que para algunos jugadores la adaptación no siempre es fácil.

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