Corren nuevos tiempos en Bilbao Basket. Se ha abierto un nuevo ciclo en el club bilbaíno con la marcha del que era máximo accionista y figura más representativa, Gorka Arrinda, dejando la franquicia en manos de un nuevo Consejo de Administración que trabaja a destajo para enmendar errores del pasado. Con un plan de viabilidad marcado, la nueva dirección de Bilbao Basket ya ha logrado su primer objetivo: encontrar al hombre que guíe desde el banco la nave de los MIB 2.0.
El técnico elegido es nada más y nada menos que Sito Alonso, que ha alcanzado un compromiso con Bilbao Basket por tres temporadas con Bilbao Basket. Los primeros contactos entre club y entrenador se llevaron a cabo hace ya varias semanas, tal y como relató el periodista Alfonso Herrán en el Diario As (versión impresa), pero su posible fichaje no se extendió como rumor hasta hace pocos días, cuando esta posibilidad fue manifestada en el Blog El Contraataque. Finalmente, este movimiento se acaba de consumar rubricándose el compromiso entre ambas partes para que Sito Alonso se pueda convertir en entrenador de Bilbao Basket una vez que finalice su compromiso como seleccionador español U17 de cara al próximo Mundial de la categoría que se disputará entre los días 8 y 16 de agosto en Dubai.
El entrenador aragonés es uno de los técnicos de moda en el basket español tras su meritorio trabajo en Gipuzkoa Basket. Su optimización de recursos y el vistoso juego desplegado por su equipo hacen de él uno de los entrenadores más apreciados en el panorama de la Liga Endesa. Vinculado su nombre últimamente al Laboral Kutxa, equipo con el que realmente ni siquiera había entablado conversaciones, el técnico de tan solo 38 años ha optado por un por un proyecto en el que se le va a conceder la batuta y control total, depositando en su trabajo plena confianza. Además, las garantías de viabilidad y de competitividad del nuevo proyecto de los MIB ofrecidas por los nuevos gerentes de Bilbao Basket han sido más que suficientes para el entorno de Sito Alonso. Actualmente, el equipo vasco está inmerso en un preconcurso de acreedores que tiene como fin poder llegar a un acuerdo con sus acreedores en el plazo máximo de 3 meses.