Unos días después de su salida del FC Barcelona Lassa, Sito Alonso ha vuelto a la palestra con su análisis sobre su paso por el club blaugrana en el programa “Què t’hi jugues!” de la Cadena SER.

Durante el programa, el técnico madrileño se mostró abierto y con ganas de dar su opinión y de aportar su visión en los diferentes temas de actualidad del Barça, empezando con una valoración personal de su paso por la Ciudad Condal: “Tenía un trabajo por hacer. En cualquier club exigen resultados, pero en uno como el Barça es fundamental. La inestabilidad del que era mi equipo se ha visto reflejada. Ha tenido momentos increíbles, de partidos increíbles, que entran en los mejores de mi carrera deportiva. Pero también momentos muy malos, donde el equipo ha competido sin mostrar la misma seña de identidad. Me siento orgulloso por haber respetado por lo que fiché: trabajar y tener unión con la cantera y hacer que el proyecto tenga estabilidad, que a nivel de resultados ha faltado.”

Dispuesto, además a reconocer sus propios errores, el preparador madrileño añadía que fue un error “Ser tan permisivo con el proyecto que teníamos que hacer y no pensar en mí mismo. Lo he hecho siempre como entrenador de club y aquí. Hay casos que podía haber abandonado por buscar un resultado inmediato, por ejemplo, el tema Rice: podía haber dicho que necesitaba un base que me ayudara a tener peso más grande, que Heurtel tenga un rival más cercano. Pero nos habíamos puesto de acuerdo en que no cumplía los valores del nuevo proyecto y en ningún momento echamos mano de él. Lo teníamos entrenando con el ‘B’, pero los valores que buscábamos en ese momento no eran esa persona. Luego visto desde lejos piensas que quizás la solución la tenías en casa, pero me siento orgulloso de no haberla adoptado.”

Y hacía hincapié en varios encuentros que, según sus palabras, “han marcado la trayectoria del equipo”, por ejemplo: “El partido de Brose Bamberg hizo mucho daño a la plantilla. Hicimos los mejores primeros 17 minutos que recuerdo. Y al final pierdes y hubo un antes y un después en la confianza del equipo. Luego el partido de Baskonia también marcó un antes y después. Quedó claro la gente que tenía claro lo que es jugar en el Barça y que quería remontar una situación del pasado. Esos últimos 12 minutos fueron increíbles. Entiendo el baloncesto y creo que este ha sido uno de los problemas, quizás mi carácter es opuesto a mucha gente que está ahora, no es malo ni bueno, simplemente yo tengo una ilusión, ambición, forma de trabajar tan grande, que cuando no la veo reflejada muchas veces, cuesta identificarse.”

Sobre la tan discutida posición de base, Sito también quiso mojarse, dejando claras sus ideas al respecto: “Cuando yo llegué Heurtel ya estaba fichado, jugador contrastado, nada que objetar. El jugador que yo creía que debía estar también en ese puesto de base acompañando a Thomas era Larkin. Pensaba que le venía bien al Palau, la alegría es importante. Cuando tienes un Palau que viene de estar triste, Larkin te alegra la vida de manera inmediata. Pensaba que era el base idóneo. Pero siempre he pensado que un tercer base de nivel medio era fundamental. El club se movió para fichar a ese jugador, tuvo un infortunio y no pudo ficharle.”

También tuvo palaras para Phil Pressey de quien dijo que “el mercado ofrecía pocas situaciones aprovechables, y a Phil se le fichó para un determinado rol que él ha intentado cumplir a la perfección. Pero la Euroliga no perdona, y es verdad que faltaba esa posición determinante para acompañar a Thomas en momentos de debilidad. Es un punto necesario no sólo en el Barça, si miras los equipos Euroligas todos tienen 2 bases solventes que lleven al equipo en volandas. Si Larkin hubiera venido, quizás no estaríamos hablando aquí. Y quizás la apuesta hubiera sido por Figueras. Con dos bases de ese nivel, Pol como tercer base reúne esas características, entrenando a diario así me lo ha demostrado.

Entre otras muchas cosas, Sito Alonso también quiso hablar sobre el proyecto de cantera, acerca del cual tiene una visión muy concreta: “Lo más importante es tener 8-9 jugadores de los cuales 5-6 sean estrellas. Eso hace más fácil incorporar a jugadores de tu cantera. Las estrellas son por algo, les enseñan a competir y cuentan experiencias necesarias a este nivel. Y en el proyecto, la base y el primer equipo que vayan unidos, que nadie vaya en otra dirección. El entrenador del equipo B tiene que entender las necesidades y filosofía del primer equipo. Cuanto mejor sea el equipo, más fácil es para los jugadores.