Arvydas Macijauskas pasó de hacer su mejor temporada con el Baskonia, llegar a la Final de la Euroliga y cumplir su sueño de convertirse en jugador de la NBA a vivir en un calvario con forma de banquillo.

Sólo 7,1 minutos de media en 19 partidos, ninguno como titular, 2,3 puntos cada noche y un total de 5 asistencias en su primer año se antoja un bagaje demasiado pobre para un hombre acostumbrado a ser referencia anotadora y ganar. Este es el principal motivo que puede empujar a “Mache” a cruzar el charco para emprender el camino de vuelta.

De momento, su nombre ya ha sonado en los equipos punteros. Durante la temporada se especuló con un supuesto interés del CSKA, y el lituano declaró que si volviera a jugar en el entorno FIBA su preferencia sería el TAU de Vitoria, pero el las últimas semanas hay más equipos interesados que podrían hacerle cambiar de opinión.

El primero es el Panathinaikos de Obradovic, que sueña con una pareja perimetral compuesta por Macijauskas y el ya fichado Siskauskas. De esta manera se cubriría la hipotética marcha de Spanoulis a Houston con jugadores de garantía de cara a la próxima Final Four que se disputará en el OAKA de Atenas.

El segundo es el eterno rival de los de verde, el Olympiacos de Pini Gershon que también está interesado en el ex-blaugrana Shammond Williams. Por otra parte, el Maccabi de Tel Aviv tenía a Mache como uno de los candidatos para ocupar y mejorar el puesto que dejará vacante Kirk Penney, pero parece que la competencia económica por el jugador está echando para atrás a los de Israel.

Herrmann, camino inverso

De acuerdo con la información publicada en Marca, Walter Herrmann (que ha acabado este año su vinculación con el Unicaja de Málaga), fichará por los Charlotte Bobcats de la NBA.

El interés de las franquicias americanas en el jugador es patente desde que hace cuatro años se proclamó MVP de la ACB en su primer año con el Fuenlabrada, el equipo que lo trajo a la ACB y desde el que saltó al Unicaja.

En su etapa malagueña Walter ha ganado una Copa del Rey, en 2005, y la última Liga ACB. Ahora seguirá el ejemplo de sus compatriotas Manu Ginobili, Carlos Delfino o Fabricio Oberto, quienes tras desarrollar notables carreras en Europa, dieron el salto a la mejor liga del mundo.