Llegados a este punto, nadie descubre nada nuevo si dice que el Real Madrid encara la semana más importante del año. El duelo contra el Regal Barça, donde es claro favorito el conjunto azulgrana, no es el soñado por un conjunto blanco que se dejó media vida en su nefasta derrota contra el Maccabi. Ahora encaran unos play offs al mejor de cinco partidos contra el mejor equipo de Europa. Casi nada. Duele más pensar que todo eso se podría haber evitado si hubieron ganado al cuadro israelí.

No fue así y a Messina le tocaron dos duras semanas donde recomponer la minada moral de sus hombres. El campo de operaciones sería la ACB. Contra el Power Electronics Valencia fue Felipe el que, por encima del resto, evidenció que por ganas no iba a ser.

El sábado, ante el Gran Canaria 2014, todos los jugadores blancos que se sentaron en el banquillo dispusieron de minutos. Recuperados para la causa, la que sea, como Vidal, ligera participación de Bullock (7 minutos), en rodaje tras su lesión de rodilla, descanso para Garbajosa y Kaukenas (no sumaron 10 minutos entre los dos) y 27 minutos para Tomic, la esperanza blanca del futuro, la torre que se debe pegar con los pívots del Regal Barça.

El croata tiene a partir de este martes una de esas pruebas que curten a un jugador. Quizá sea excesivo que se depositen, desde todos los sectores, muchas esperanzas en un jugador que está afrontando sus primeros partidos de Euroliga. Pero el calendario, las competiciones de este nivel, no hacen concesiones. Bien lo sabe Messina, que aludió a los nervios finales del Real Madrid, que casi le cuestan el partido. “La experiencia me ha enseñado que los partidos antes de play offs de este tipo son muy raros”.

El técnico italiano jugó con todas sus cartas, hizo partícipe al pleno de la plantilla del juego. Una dinámica que se viene repitiendo en los últimos partidos.

Al menos, que no haya fisuras, que el vestuario esté unido y que todos sientan implicación ante un reto mayúsculo como el que se les viene encima.

Nadie cuenta con que pasemos. Trabajaremos en silencio”, dijo Messina tras la debacle contra el Maccabi.

El martes, es la hora de empezar a hablar.