Un Madrid sólido y contundente demuestra su calidad en Menorca en un partido sin ningún tipo de transcendencia clasificatoria, pero con momentos mágicos como el homenaje ofrecido al menorquín Sergio Llull y el minuto mágico del joven menorquín Joan Faner.
El partido arrancaba con un Raviv Limonad inspirado (9 puntos en el primer cuarto para un total de 16) y el buen juego del equipo acompañando al Israelí. Al otro lado de la moneda, Sergio Llull se dedicaba a evitar que los menorquines se escaparan en el marcador, asumiendo la responsabilidad ofensiva desde el principio (10 puntos en el primer cuarto para acabar con 23 tantos en 25 minutos de juego). Se llegaba así con un acortamiento en el marcador del Madrid al final del cuarto (24-20).
Un segundo cuarto más movido daba inicio con un Llull imparable y un Madrid que poco a poco despertaba y empezaba a desplegar su juego. Unas cuantas decisiones arbitrales dudosas tenían como colofón una antideportiva de Diego Ciorciari sobre Ante Tomic y así lograban los visitantes ponerse por delante en el marcador. Las rotaciones del Menorca y la bajada de intensidad en su juego permitían que el Madrid llegara al descanso con una pequeña ventaja en el marcador (35-43).
Daba inicio el tercer cuarto y con el aparecía Mirotic. La joven promesa demostraba una madurez en su juego impropia para su edad, y mezclado con su talento ofensivo, iba sumando puntos para su equipo poco a poco (17 puntos, 22 de valoración). Victor y Donaldson intentaban remontar el partido con acciones individuales tras una buena circulación de balón del equipo. Un bajón defensivo del Menorca ayudaba a que el Madrid anotara 31 puntos en el cuarto para dispararse en el marcador y llegar a final del 3º cuarto con la mayor ventaja lograda hasta ese momento (58-74).
Si hasta entonces habían sido Llull y Mirotic los causantes de la buena marcha del equipo, D’or Fischer se sumaba a la fiesta para realizar un cuarto redondo y dominar totalmente en la zona (24 puntos, 33 de valoración) para acabar de redondear un buen partido. A falta de 3 minutos para el final el pabellón se vino abajo con los gritos de “Faner, Faner” aclamando y pidiendo a Paco Olmos la salida a pista de la joven promesa menorquina Joan Faner. A falta de 0:51 salía al parquet para demostrar su calidad y anotaba un 2+1 para regalar a la afición la mejor despedida posible de la temporada y de la ACB (76-91).
Un Menorca Bàsquet que se despide de la máxima categoría ante un gran rival y un Madrid que consigue una victoria con buen sabor de boca para coger confianza y empezar bien los playoffs.