Bizkaia Bilbao Basket parece haber despertado del mal sueño. Por fin parece que el conjunto bilbaíno comienza a ofrecer la medida de lo que es capaz. En Vistalegre, los de Katsikaris han ofrecido una lección de buen juego y han vencido por 80-87 a un impotente Real Madrid que, tras esta derrota en ACB y la cosechada en Siena en partido de Euroliga, parece de nuevo crear ciertas dudas razonables acerca de su momento de juego.

Esta victoria bilbaína ha tenido un sabor especial para Axel Hervelle. Desechado por Messina a principios de temporada, ha vuelto a Vistalegre para demostrar a la afición blanca y a su ex-equipo el nivel de juego que puede alcanzar. El belga ha completado un partido para enmarcar. Muy duro atrás, como de costumbre, en ataque ha anotado en posiciones francas y ha asistido con eficacia a sus compañeros. Con unos sobresalientes 16 puntos, 11 rebotes, 8 asistencias y 3 tapones (36 de valoración) ha rozado el triple-doble. Para el recuerdo, un espectacular tapón suyo sobre el joven Ante Tomic (6 puntos y 4 rebotes), al que le ha enseñado que la dureza de la Liga ACB poco tienen que ver con la Liga Adriática. Al talentoso serbio le queda mucho recorrido por delante… 

Otro que volvía a Vistalegre era Mumbrú. El catalán, ansioso por completar un buen partido, se ha cargado pronto de faltas y no ha rendido como de costumbre (9 puntos, 1 rebote y 1 asistencia). Sin embargo, su veteranía le ha venido muy bien a Bizkaia Bilbao Basket en los tensos últimos minutos.

Sería injusto destacar únicamente a Hervelle dentro del fantástico partido disputado por Bizkaia Bilbao Basket. Los de Katsikaris han jugado muy fuerte atrás (se nota la mano del técnico heleno en esta faceta), con mención especial para Chris Warren (13 puntos y 2 rebotes), un jugador de gran caché en el panorama europeo que no ahorra ni un ápice de energía en defensa. En ataque, los bilbainos han movido muy bien el balón, buscando siempre al jugador mejor posicionado para lanzar. Como resultado, un sobresaliente 70 % en tiros de 2. En ello ha tenido mucho que ver el buen rendimiento de la, hasta ahora cuestionada, pareja de bases de Bizkaia Bilbao Basket: Javi Rodríguez (2 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias) y, sobre todo, Javi Salgado (19 puntos y 3 asistencias).

Salgado ha sido básico a la hora de aguantar las embestidas del equipo blanco en el segundo cuarto, en el que los de Messina han estado cerca de romper el partido. Un triple suyo sobre la bocina (¡Qué habilidad tiene este jugado para anotar este tipo de canastas agónicas!) ha permitido a los bilbaíno irse al descanso con tan solo 4 puntos de desventaja (45-41). Tras la vuelta de vestuarios, su pulso de hierro, su visión y habilidad en la dirección del juego han facilitado obrar el milagro; un parcial de 13-26, que situaba a los visitantes 9 arriba a falta de disputarse los 10 minutos definitivos (58-67).

En cuanto al Real Madrid, el equipo blanco ha  perdido la oportunidad de marcharse en el marcador durante el segundo periodo y lo ha pagado caro. Han vuelto del descanso fríos y desacertados; para cuando se han querido dar cuenta, sus oponentes disponían de una ventaja casi insalvable y, encima, se han desquiciado con la labor arbitral. Solamente el coraje y el acierto en el tiro de 3 de Sergio Llull (21 puntos, 3 rebotes y 1 asistencia) ha hecho posible que los blancos inquietaran en el marcador a los vascos en los últimos minutos, pero a los de Katsikaris no les ha temblado el pulso.