Caja Laboral logró su quinta victoria en la Liga Endesa al imponerse al equipo revelación el Lucentum Alicante, en otro partido en el que siguió sin convencer y tuvo que volver a recurrir a la vieja guardia –más Seraphin– para sacar el partido adelante. Otro partido en el que las nuevas adquisiciones no volvieron a encontrar su sitio, si bien, Joey Dorsey volvió a dar algunas pinceladas positivas.

El equipo alicantino mostró el juego y la seriedad que lo había aupado al liderato y que tanto ha sorprendido en este arranque de temporada, postulándose como un equipo con posibilidades muy serias para jugar la Copa del Rey. Mostraron una interesante solidez defensiva y unas ideas muy claras en su concepto ofensivo, si bien, su acierto, a excepción de su buena salida al campo, no fue demasiado alta y quizá no tuvieron la confianza necesaria para hacer más daño en el primer y en el último cuarto.

Singler e Ivanov comenzaron con un alto nivel de acierto el partido, sin embargo un muy inspirado Oleson y el líder del equipo, Mirza Teletovic, conectaban 15 puntos para poner al equipo local arriba.

Las imprecisiones ofensivas eran una constante que se alargaría durante los dos cuarto intermedios. Seraphin se hacia dueño de ambos tableros en el segundo cuarto, dando un poco de espectáculo con dos mates muy poderosos, alegrando un poco un partido que por momentos era soporífero.

La potencia de San Emeterio y un Ribas que aparecía por primera vez a los 25 minutos de choque daban alas a un Baskonia que parecía despegar definitivamente. El Baskonia encontraba un par de opciones abiertas tras atraer ayudas defensivas contrarias, meras pinceladas de lo que debe ser el juego del equipo vitoriano que se obcecó durante muchos minutos en ataques eternos culminados por pick and rolls poco efectivos o soluciones individuales.

El Caja Laboral parecía tener controlada la situación, pero un par de malas decisiones y buenas defensas de los alicantinos culminadas ofensivamente por Singler e Ivanov de nuevo, empataban el partido a 53 con 5 minutos por jugar.

Ahí es cuando resolvió el equipo azulgrana. La mayor intensidad defensiva, velocidad y capacidad para crear un par de tiros abiertos terminó por romper el partido con un parcial de 12-2 que dejaba la victoria en el Iradier Arena.