Tras un intenso verano de competición internacional, regresa a Málaga un jugador que promete ser mucho más que una simple vuelta. Unicaja confía en que su crecimiento durante la pasada temporada, y ahora en el Eurobasket pueda convertirlo en un pilar del nuevo proyecto de Ibon Navarro. El objectivo es claro: dar un paso al frente y asumir un rol más importante para mantener la amición en un equipo con hambre de títulos.
Gran rendimiento en Polonia pero con cuentas pendientes en Málaga
El papel de Olek Balcerowski con su selección fue determinante: minutos de responsabilidad, galones en ataque y un rol mucho más protagonista que el que hasta ahora había tenido en Unicaja. Su paso por el Eurobasket le ha permitido enfrentarse a pivots de primer nivel continental, fortaleciendo tanto su confianza como su presencia en la pintura. Sin ir más lejos, su Polonia cayó frente a la Turquía liderada por Alperen Sengun. El pívot de Houston Rockets está siendo la sensación del torneo.
Ahora, el reto está en trasladar esa versión internacional al día a día del conjunto malagueño. En Málaga aún no se ha visto al Balcerowski dominante que se esperaba, pero su experiencia reciente puede ser el detonante para asumir un papel más relevante en un equipo que aspira a competir en todas las competiciones.
El desafío de ser el “fichaje encubierto” del nuevo Unicaja
Ibon Navarro necesita un referente interior que complemente el trabajo colectivo de un equipo coral, y ahí es donde Balcerowski tiene que dar el paso al frente. Con su físico, su capacidad para abrir el campo y su experiencia internacional, el pívot polaco está llamado a ser un recurso diferencial en partidos de máxima exigencia. Tras la marcha de Yankuba Sima a Valencia, la única competencia será David Kravish. Los dos cincos de Ibon tienen perfiles muy diferentes y se pueden complementar perfectamente, dejando a Balcerowski como único cinco de perfil intimidador y dominante.
Desde el club se entiende su regreso a la dinámica del equipo como una incorporación de lujo antes de la Supercopa. Si logra mantener el nivel, afianzar regularidad, dar consistencia bajo los aros, Unicaja habrá encontrado en su propio vestuario al jugador que puede marcar la diferencia en la lucha por títulos.