La actividad de Saúl Blanco fue lo más destacado en los primeros instantes del partido, desarrollado a ritmo alto pero sin excesivo acierto, mientras el trío formado por Victor, Donaldson y Radenovic -16 de los 18 puntos de su equipo en el primer cuarto- permitía al Menorca ponerse por delante. La versatilidad e intensidad de los americanos y los lanzamientos exteriores del serbio daban el mando del choque a unos visitantes que lograban 6 puntos de ventaja (12-18) tras una canasta de Limonad, mientras los de Málaga buscaban constantemente a un Freeland sobre quien acudían las ayudas defensivas, cerrándose el periodo inicial con dominio para el Menorca Básquet por 15-18

La extrema frialdad que parecía embargar a público y jugadores locales tras la eliminación de la Euroliga pudo haber desaparecido tras el buen arranque de segundo cuarto, coronado con una excelente canasta en un rectificado a aro pasado lanzado a tabla por Almazán, quien tenía minutos en la rotación por la ausencia de Jiménez. Sin embargo, la ventaja de Unicaja duró tan solo unos instantes, puesto que dos canastas de Limonad y un par de acciones de un Sanders que volvía a la pista donde debutó en ACB ponían un parcial de 0-9 y la ventaja llegaba a ser de 9 puntos para el Menorca Básquet (27-36) tras un triple de Ciorciari. Tras un intercambio de tiros libres, esa misma era la diferencia al descanso, con 29-38 en el electrónico.

Con Sinanovic y Freeland en cancha tras el intermedio, los de Mateo lograron hacerse fuerte en la pintura y poner las cosas cada vez más complicadas a los visitantes para anotar. Contrastando con la relativa fluidez del primer tiempo, los problemas para obtener posiciones cómodas se hacían cada vez mayores para el Menorca y sólo los triples de Caio Torres -compensando sus desaciertos en los tiros dobles- les daba un poco de aire, mientras Unicaja tenía diversas opciones en ataque que llegaban a apretar el marcador hasta el punto de que una canasta de Fitch les devolvía el mando poco antes del final del tercer cuarto, pese a que los baleares volvían a ponerse por delante antes del periodo final (49-51).

La misma tónica que en el tercer cuarto pudimos verla en el último: Menorca Básquet veía cada vez más complicada la capacidad de anotar, con un Sinanovic que parecía más grande en defensa según pasaban los minutos y una presión exterior andaluza que subía de intensidad, lo que junto a una sucesión de triples terminó por romper el choque, prácticamente sentenciado cuando McIntyre terminaba una transición rápida tras un tapón de Sinanovic con un acierto desde más allá de 6’75. Los 11 puntos a falta de dos minutos y medio siguieron aumentando con posterioridad, aunque el partido parecía sentenciado desde antes.

Intimidación y triples decidieron un encuentro gris entre dos conjuntos que necesitan mejorar en las próximas jornadas si quieren cumplir con los objetivos marcados por cada uno de ellos al inicio del curso.