Unicaja lleva ya casi mes y medio de competición oficial, tiempo ya en el que se pueden ir sacando las primeras conclusiones del equipo malagueño. En este período ha disputado hasta trece encuentros oficiales, donde ha sumado siete victorias y seis derrotas, entre la Liga Endesa y Euroliga.
Uno de los aspectos que más se pueden destacar es el modo en que se están repartiendo los puntos entre sus jugadores. Joan Plaza destacaba a principio de verano que buscaba más tener a jugadores que formasen equipo que estrellas. Y la ausencia de una figura que destaque sobre el resto ha quedado patente en este inicio de temporada.
Hasta el momento, seis jugadores distintos han finalizado en algún encuentro como máximo anotador de Unicaja. Los malagueños tienen sobre el papel dos jugadores llamados a ser referentes ofensivos, Ryan Toolson y Nik Caner-Medley. Toolson tuvo una inoportuna lesión durante la pretemporada que le impidió jugar al inicio y, una vez que se incorporó, las excesivas ganas de aportar le bloquearon hasta que en el último encuentro disputado ante el Bilbao Basket lució como máximo anotador con 16 puntos sumados. Caner-Medley sí ha mostrado más su faceta ofensiva, siendo máximo anotador en cinco ocasiones y teniendo el honor de ser el único jugador de Unicaja que llegó a superar los 20 puntos anotados en un partido.
Pero, ante la baja de Toolson o el menor acierto de Caner-Medley, otros compañeros dieron un paso adelante para liderar el ataque de Unicaja. Granger en tres encuentros, Hettsheimeir en dos, Vázquez y Dragic compartiendo ante Olympiacos y Carlos Suárez en un encuentro, lograron acabar como el jugador que más puntos sumaba. Hay variedad anotadora en Unicaja y muchos jugadores pueden aparecer en un partido para ser el referente.
Además, el equipo malagueño no vive de la inspiración de un único jugador. Con la salvedad del primer encuentro de Euroliga en la cancha de Olympiacos, en todos los partidos disputados un mínimo tres jugadores (en algunos incluso más) lograron alcanzar la decena de puntos anotados, lo que muestra que en ataque Unicaja presenta variedad de opciones en cada choque.
La lectura negativa de este aspecto de juego está precisamente en el mismo punto, la falta de un referente fijo. Las dudas a Unicaja le llegaron después de un buen inicio de temporada al perder tres encuentros de forma consecutiva, todos ellos muy ajustados y que se decantaron para los rivales por malos finales del equipo malagueño, ante Montepaschi Siena, Laboral Kutxa y Olimpiacos. En todos ellos se echó de menos ese jugador al que darle la bola que quemaba en esos minutos decisivos.
Aún es pronto, los roles no están aún del todo definidos y puede faltar aún decisión en los jugadores para liderar en los instantes finales, pero parece claro que Joan Plaza busca que su equipo no tenga un referente ofensivo único, si no que todos puedan tener sus momentos en ataque. ¿Virtud o Defecto? El tiempo responderá esta cuestión.