Nos acercamos al número mágico de los 300 partidos en la ACB, y a uno se le vienen a la memoria muchos momentos históricos del club que hicieran palidecer a aquellos Espartanos de las Termópilas.
El primer partido del CB GRANADA SAD, tras la era Murado, tuvo lugar en la temporada 96-97, de la mano del maestro José Alberto Pesquera, que tenía un quinteto titular de mucha calidad que aún muchos recordamos: Carlos Montes, Richard Scott, Jordi Pardo, Frankie King, Wayne Tinkle y Juan Carlos Barros.
11 años de historia de esta nueva etapa del baloncesto granadino, y cuatro seguidas (nunca se había conseguido) en la élite del baloncesto español, y por ende, del europeo.
En el Club, las cosas cambiaron hace tiempo, y ese cambio se ha ido reflejando en un crecimiento pausado pero seguro, en una profesionalización de todos los estamentos de un equipo que puede llamarse serio, hoy en día, que desterró los espectáculos de presidentes anteriores. Mucha culpa tiene Juan José Romero, máximo mandatario de la entidad, que ha conseguido aunar el esfuerzo empresarial de una provincia tan futbolera como Granada y llamar a una afición que está entre las mejores de España.
Pero no todo han de ser flores. Siempre se ha adolecido de un secretismo absurdo que mantiene siempre viva la llama de la especulación en los medios de comunicación locales. ¿De qué sirve fomentar la rumorología? Minutos y minutos de radio, páginas de periódicos
. ¿y el aficionado de a pié qué pasa con él? Si los canales de comunicación no jugaran al gato y al ratón las sensaciones fuera serían más filiales, aún así, la piña equipo-afición es total, que no se rompa.
En Granada somos muy dados al dramatismo y a las cuentas de la vieja, y en la mente de todos está ¿Qué hubiera pasado si no dejamos escapar las victorias claras que teníamos frente a Vive Menorca, Fuenlabrada, Barcelona, Bilbao (primera vuelta), Murcia y León (segunda vuelta)?. La característica que siempre ha sido marca de la casa, la casta, resurgió el pasado sábado frente al Real Madrid, pero no fue coraza suficiente para morir a manos del killer Bullock, aunque sí curó heridas en la afición provocadas por la desidia vista sobre el parquet en los últimos encuentros nazaríes, heridas que fueron sangrantes tras el encuentro de León.
¿Por qué sale el equipo dormido frente a rivales inferiores o de nuestra liga?¿Por qué se enchufan frente a los grandes?¿No hemos de ser intensos en todos los encuentros?¿No debemos ser un bloque CON o SIN Borchardt?
Sonada fue la relación amor-odio que mantuvieron Valdeolmillos y Paraíso, ese alero ex-internacional que todos querían jubilar en Granada y que da victorias en Fuenlabrada, o el secreto a voces de Oriol Junyent, plato no de gusto de Sergio, o el ostracismo al que se vio empujado Alessandro Abbio en los esquemas de ataque, cuando venía precedido de muchos años de baloncesto como un espléndido tirador.
Cuando se le da confianza a los hombres éstos aprovechan las situaciones, pero en muchas ocasiones no se les da continuidad (léase Rafa Vidaurreta), o se insiste en demasía en buscar la genialidad cuando un jugador está ofuscado (léase Andrea Pecile), hay jugadores que la grada siente que están infravalorados (léase Carlos Cherry o Samo Udrih) y otros sobrevalorados (léase Juanpi Gutiérrez), jugadores que han despertado (léase Nacho Martín) pero que no se les deja acabar de arrancar y bellas durmientes (léase Juani Jasen) a las que no se las despierta a pesar de banquillazos.
Sinceramente creo que se debería hacer un ejercicio de autocrítica por parte del entrenador nazarí y mirar la distribución de minutos de la plantilla. Es cierto que solamente él conoce el día a día, es cierto que solamente él conoce la realidad de la plantilla, pero la sensación en la grada es que se dan bandazos entre la genialidad y la pobreza táctica de un partido a otro.
Este cronista que les habla, tiene el sincero pensamiento, ratificado en las mismas entrañas del Palacio escuchando a gente anónima en las gradas, que este club, con un esfuerzo económico un tanto mayor, y manteniendo la filosofía de equipo llevada a cabo hasta ahora, mantener un bloque importante y reforzar puestos cada año, se pueden llegar a cotas muy altas.. Copa, Play-off, Europa
pero esa inyección económica no llega, o no acaba de llegar, por X motivos, y siempre nos quedamos cojos. El pasado año era el tiro exterior, este año el juego interior, otros la dirección, los comunitarios
no se puede achacar todo a la fatalidad, a las lesiones, se ha de tener una plantilla completa, amplia, compensada que haga frente a los desastres de lesiones que cada año merman a la entidad (otro punto sobre el que reflexionar más adelante), y esto no se tiene.