Duelo en las alturas: Resulta muy curioso que dos jugadores que fueron determinantes en la primera parte, como Pleiss y Tobey, pasaran totalmente desapercibidos en la segunda. Ambos jugadores se mostraron letales cerca de canasta, incluso se atrevieron con algún tiro exterior. En la segunda parte dejaron el protagonismo para los exteriores, que acabaron decantando el partido hacia el lado tinerfeños, con Ponitka y Abromaitis determinantes.

Dirección de juego: Demasiadas bajas en el mismo puesto para Valencia que cometió numerosos errores en ataque, muchos de ellos forzados por la poderosa defensa del Canarias, pero muchos otros por tener a Abalde, Green o Sastre com directores de juego. Las lesiones de Diot, Vives y Van Rossom fueron determinantes para que el Valencia acabara con dieciocho pérdidas de balón y porcentajes de tiro muy pobres.

Motivación: Los jugadores de Katsikaris mostraron una intensidad y unas ganas de llegar a las semifinales mayores que las de su rival. La pelea en los pequeños detalles, en un partido tan igualado fue importante en el desenlace final. Esta motivación les dio un plus de intensidad a su ya buena defensa, con lo que maniató por completo a los taronja, que en ningún momento encontraron regularidad en su juego ofensivo, algo que acabó por sentenciar al equipo de Vidorreta.

Con Abalde ejerciendo de base titular, el Valencia salió muy entonado, anotando en casi todos sus ataques y defendiendo fuerte, aunque las segundas opciones y el buen momento de Tobey, permitían al Iberostar mantenerse con el marcador equilibrado (16 a 16). El duelo se ensució y las defensas empezaron a ser más contundentes y determinantes. La alegría anotadora del inicio se difuminó y ambos equipos se enzarzaron en un duelo con errores, con mucha pelea y máxima igualdad (21 a 20).

La brega seguía siendo la protagonista, con ataques muy poco productivos y los jugadores más centrados en labores defensivas. La dinámica del encuentro cambió con la vuelta a la pista de los pívots titulares de ambos conjuntos, Tobey y Pleiss, que se batieron en una batalla en la que ambos salían vencedores. Solo Ponitka y Will Thomas se mantenían como escuderos de los cincos, con el resto de compañeros dedicados a destruir el juego del rival y sin energía ni creatividad para buscar buenas opciones ofensivas (36 a 36).

Ambos equipos estaban desesperados por sumar jugadores a la causa anotadora. Por parte isleña aparecieron Vasileiadis, con dos triples y una gran Abromaitis, que dieron un paso adelante muy importante para los suyos. Esto, unido a los problemas en la dirección de juego de los valencianos, que tienen a tres de sus cuatro bases lesionados, provocó que el Canarias tomara ventaja. En este momento complicado apareció Green, con ocho puntos seguidos para volver a llevar la igualdad (55 a 59).

El Canarias amagó con romper el partido (59 a 67), guiados por White y Vázquez, frente a un Valencia que parecía noqueado, sin ideas y con poco control de sus ataques. Cuando se acercaba el final del encuentro, los tiros libres empezaron a ser protagonistas y los taronja no conseguían reducir la diferencia. Un tiro libre y una bandeja fallados por Ponitka, unidos al acierto en los tiros libres del Valencia (todos sus ataques acababan con falta) pusieron a los de Vidorreta a tres (70 a 73). Un rebote ofensivo y dos tiros libres de Abromaitis y una pérdida de Green acabaron con el campeón de Liga, fuera a las primeras de cambio.