Como el resto de los partidos, el duelo en Sevilla comenzaba con una emocionada muestra de sentimiento por el fallecimiento de Kobe Bryant. Una vez más el baloncesto nos demuestra su solidaridad y la vida nos recuerda el disfrute del momento. El minuto de silencio (24 segundos en este caso) siempre es un momento para asimilar el dolor propio o el de otros y permitanme decir que yo lo usé para pensar en la situación delicada de dos “hermanos” del baloncesto escrito y desear que pronto sea un mal recuerdo porqué todo ha ido bien. Se que suena un poco teatral pero permitanme decir que esta crónica va por ellos.

Esta emocional previa pareció encoger las manos de los dos equipos tanto como los corazones, ya que nadie era capaz de acertar con la canasta de forma regular. La anotación no alcanzaba el punto por minuto con un Conger muy incisivo pero poco acertado. Apareció el esperado Green para romper esa racha y anotar su primer triple con la camiseta del Betis y encontró respuesta en Earl Clark, pudiendo disfrutar los espectadores del San Pablo de un bonito duelo Euroliga durante unos minutos. Ambos jugadores anotaron 7 puntos por cabeza mostrando sus recursos y talento. Pero esos momentos fueron un espejismo, ya que los dos equipos estaban negados de cara al aro. Son dos de los mejores en porcentaje de tiros de tres pero hoy finalizaban los primeros diez minutos con 1 de 6 para los sevillanos y 1 de 8 para los burgaleses. Izundu disputaba uno de sus mejores minutos en esta temporada, dominando los tableros y junto a Almazán dejaba el marcador en 16 a 11.

AJ Slaughter abría el segundo cuarto con un triple, queriendo dejar atrás el desacierto general del partido sumando otra canasta más poco después. Pero la tónica no cambiaba y seguía costando ver canastas en San Pablo. Barrera anotaba el segundo triple de Burgos, pero hoy el protagonismo era más para los currantes que para los tiradores, con Almazán haciendo un buen trabajo y los sevillanos dominando el rebote. Whittington y Nacho Martín ponían la calidad en ataque para poner la máxima en trece arriba. Un 5 a 0 con un 2+1 de Clark y una canasta de Lima impedía que los sevillanos se fueran tranquilos al descanso (32-24). San Pablo Burgos había firmado una primera parte desastrosa en ataque y además sufriendo el dominio de Coosur Betis en el rebote (24 a 17). Los dos equipos estuvieron horribles en el tiro con 3 de 11 y 2 de 13 en triples, pero los de Curro Segura si estuvieron mejor en el tiro de dos (11 de 20 por 7 de 20) y sus “currantes” aportaron, con hasta cuatro jugadores valorando 6 o más, liderados por los 8 de Pablo Almazán.

Conger volvió a comenzar incisivo tras el descanso, pero esta vez acertando para anotar los cuatro primeros puntos de su equipo. Clark anotaba de tres y Bassas lo secundaba para demostrar que San Pablo Burgos ya había ajustado el punto de mira. Pero tras acercarse a cinco puntos, los sevillanos reaccionaba con un parcial de 6 a 0 con canastas de Niang, Slaughter y Whittington. Benite se recuperaba de su virus y anotaba dos triples seguidos, metiendo el miedo en el cuerpo de las gradas de San Pablo. Los jugadores locales no se contagiaban de ese temor y respondían también desde la línea por medio de Slaughter y Martín. Aún así las sensaciones habían cambiado y ahora era Bassas el que firmaban el quinto triple consecutivo de los de Peñarroya. Burgos seguía luchando por acercarse y se ponía otra vez a cinco, pero Almazán seguía realizando un partido perfecto e iniciaba un nuevo parcial en el que le acompañaban Green y Sipahi para volver a distanciarse. Salvó anotaba pero otra vez Almazán dejaba el marcador con la máxima ventaja al final del tercer cuarto (61-47).

 

 

Rivero abría el último período con un triple que daba esperanzas otra vez a los visitantes, pero Green contestaba. Tras canastas de Apic y Lima, otra vez Almazán firmaba un triple que minaba mucho la moral burgalesa. El interior brasileño seguía luchando todo, pero las acciones de Nacho Martín y Whittington mostraban a un Betis firme y valiente como no lo había sido esta temporada. Dos triples consecutivos de Slaughter y Green, un dúo que promete dar muchas alegrías al equipo sevillano, eran ya el último clavo para un San Pablo Burgos que suma su segunda derrota consecutiva. Victoria muy importante tanto a nivel práctico como en cuanto a moral y sensaciones para los de Curro Segura, que apuntan a agarrarse a la calidad de jugadores como Green y Slaughter y el trabajo de sus secundarios para salir de la lucha por la permanencia.