Ya se nota el sello de Joan Plaza en el equipo malagueño. Sin piedad, Unicaja no esperó para hacer de las suyas y castigar todos los huecos de su rival, cada punto débil a cada lado de la pista para sacarle partido una calidad superior. Aíto intentó sorprender y contraatacar colocando a Porzigins como titular, emparejando su agilidad con un cuatro tan difícil de defender como Caner-Medley, pero el letón cayó expulsado antes de llegar al descanso entre la falta de respeto arbitral y sus propias faltas.

Dispuesto a herir, Dragic lideró los primeros ataques entrando mil veces a canasta sin demasiada oposición, y así arrancó las primeras faltas y tiros libres. Cajasol se buscaba, y entre tanto cayeron dos triples, libres de la defensa y desde el mismo sitio, de Caner-Medley (10-20). Incapaz Franch, mejor con Satoransky pero el comodín de Porzingis perdido sin alcanzar sus seis minutos de juego, Hernangómez descartado por la superioridad de los interiores malagueños y Williams bien atado por una defensa inteligente de las que acostumbra Joan Plaza, se agotaron los argumentos cajistas. 

Un triple de Burjanadze y la entrada en juego de Satoransky salvaron por los pelos el primer cuarto (16-24). Para el segundo periodo, más despiertos con el checo en pista, los sevillanos pudieron contener y sorprender poco a poco al Unicaja, y con un punto más de intensidad, Mata despierto y alguna canasta brillante de Porzingis, apretaron (30-33). Volvieron a cargar los malagueños y sacó Caner-Medley el 2+1 y la quinta falta del comodín de Aíto. Falló el tiro adicional, pero su equipo recuperó con facilidad el rebote para que Kuzminskas, sin defensas encima, volara y marcara su alley-oop. Volvió a despertar la maquinaria visitante, su talla de Euroliga, para volver a mandar al descanso (34-45).

No irían mucho mejor las cosas en la segunda parte para los locales. Con algunas piezas todavía por funcionar, los visitantes alcanzaron con facilidad los 20 puntos de ventaja y se limitaron a ver cómo el Cajasol tropezaba consigo mismo, perdía balones y cedía, sin ideas, a una defensa firme. Con todo atado y bien atado, destellos del pequeño Sabonis, Calloway gustándose y driblando a placer, Granger asistiendo cada puerta atrás y Fran Vázquez reinando en la pintura, los sevillanos no pudieron más que esperar a que cayera el telón incapaces incluso de maquillar el resultado.

Rueda de prensa de Joan Plaza.

Rueda de prensa de Aíto García Reneses.