Volvió a ganar este Bilbao Basket tan lejos del brillo de años anteriores, salvado en buena parte por el talento de sus principales referentes, si bien Rafael Pueyo no dudaría a la hora de asegurar en rueda de prensa que estaba satisfecho con toda su plantilla "más allá de los altibajos". Otro final apretado que daría la espalda a Cajasol, si bien es verdad que los sevillanos salieron especialmente tocados y preocupados por la lesión de uno de sus principales jugadores: Latavious Williams.
Los dos equipos dedicaron el primer cuarto a tentarse. Raül López pronto puso sobre la mesa sus galones, dirigiendo y ejecutando para los visitantes mientras Williams, menos atado que en otras ocasiones, conquistaba la pintura. Unos y otros fueron intercambiando golpes contenidos mientras dejaban ver los puntos fuertes: fuerza para Bilbao, velocidad a favor del Cajasol. La segunda falta de Hervelle (6 rebotes al descanso, 8 al final del partido) restó cuerpo a los visitantes, que pronto se las tuvieron que ver con sólo Grimau al mando para aprobar con nota al final del primer cuarto (20-21).
Al segundo ya cambió la cosa. Sin respuesta de sus pívots, Bilbao Basket empezó a ceder terreno a un Cajasol más dispuesto a llevar el juego a su terreno robando balones y corriendo con Satoransky y Franch en pista. Otra vez Raül al rescate, Mumbrú puso coraje para evitar que los sevillanos se escaparan tras un triple de Mata que volvía muy serio el partido (38-32). El capitán de los bilbaínos encestó otro triple, de los de casta, que volvería a estrechar el marcador antes del descanso (38-35).
Ya habían avisado, con la máxima ventaja del encuentro, los hombres de Aíto. Los visitantes siguieron remando nada más arrancar la segunda parte, seguían la estela de los sevillanos hasta que volvió a salir Mumbrú a la palestra, entre otro canastón y el triple, y se activaba Kavaliauskas. Hasta entonces habían ofrecido muy poca batalla como equipo, y justo aquí se torció la suerte del Cajasol. Primero cayó un triple del desaparecido Germán Gabriel, contestó Sastre, y en el siguiente ataque de los visitantes Williams se quedó clavado justo en el centro de la pista. Los árbitros dejaron seguir el juego y el pívot visitante repitió desde 6.75 (48-50). Entre gritos de dolor y todo el equipo médico local, Williams se retiró al banquillo para ya no volver a salir.

El partido había dado un giro de 180 grados. Aumentó la intensidad de los hombres de Pueyo, que primero cogieron carrerilla con un triple de Pilepic para cerrar el tercer cuarto (53-58) y después saltarían al pescuezo de su rival (55-64). Sin su referente interior, bloqueados en carrera por las faltas tácticas visitantes, Cajasol volvería al marcador a base de coraje y un triple de Bamforth (62-64). Otro del rookie cajista afilaría aún más la recta final del encuentro (66-67). Sin embargo, los visitantes pusieron la cabeza fría por delante de todo, aguantaron la euforia local y tras un 2+1 de Balvin y perder la posesión, la falta en ataque y expulsión de Mata les devolvió el viento a favor (71-73). Gabriel logró una canasta decisiva y Satoransky, valor al frente, sacó la enésima falta para convertir uno de los dos tiros libres (72-75). De nuevo Germán buscó la calma bajo el aro, pero recibió un tapón y cedió la bola a los sevillanos para que estos, a la carrera y a la desesperada, buscaran en Bamforth un triple imposible antes de caer.