Habrá tercer partido tras una victoria sevillana y por la puerta grande. Un encuentro de nivel, de los que confirman que la ACB tiene producto. Dos equipos competitivos, con objetivos muy diferentes y sin embargo enfrentados, y un récord: el de Tomas Satoransky como máximo asistente (461) de la historia cajista.

La apuesta local, proteger con agresividad el rebote defensivo para lanzarse al contraataque, se encontró con una defensa sólida, bien planteada, que permitiría a Valencia Basket plantarse rápidamente en campo rival. Abierta por completo la defensa de Cajasol, Van Rossom anotó dos triples libre de oposición para adelantar a los suyos en un abrir y cerrar de ojos (05-10). Tuvo que serenarse el equipo sevillano y acudir a Marcus Landry, entregado para la causa del Playoff, capaz de escapar de sus marcajes para sacudir con un gancho o forzar tiros con facilidad (15-15).

Con este paso al frente se serenó Cajasol, se recompuso y logró herir la defensa taronja, correr y anotar. Acudió, como siempre, Rafa Martínez con un nuevo triple para coger impulso, y en una jugada de ingenio Mata sirvió un pasillo hacia el aro para Porzingis. La tensión del encuentro estrechó líneas y hasta pareció jugar con el paso del tiempo para terminar con el primer cuarto (18-20).

Pronto volvieron a adelantarse los visitantes, entre Rafa Martínez y un nuevo descuido que permitió a Lucic entrar, a placer, a canasta; y volvió a aparecer Landry con un triple para adelantar al Cajasol (25-24). Siempre a remolque, pero casi cediendo por completo el rebote ofensivo -no cogió ninguno en toda la primera mitad- e incapaz de parar los de su rival, los locales cargaban con el peso de una plantilla muy superior y dispuesta,entre el músculo de Dubljevic y las facilidades de Doellman. Muy poco necesitaba el flamante MVP para hacer canasta. Los sevillanos intentaban seguir su ritmo y, justo cuando pareció complicarse el encuentro por la tercera falta de Satoransky, volvieron a crecerse con un triple de Landry (34-34). Lafayette intentó aprovechar los últimos quince segundos de posesión, antes del descanso, pero se le echó encima Corrales y supo aguantar atrás Cajasol para, a pesar de la manifiesta inferioridad en el rebote (10 por los 20, 13+7), mantener el empate.

Volvió Valencia Basket a la pista y Dubljevic penetró entre cuantos hiciera falta con Van Rossom de nuevo atento para respaldar el asalto. Parecía un nuevo arreón visitante, que rápidamente ahogó Cajasol, aguantando atrás para luego correr y mandar el balón a Mata y Bamforth, que hicieron sangre desde 6.75. Al tercer intento se salió el tiro de Bamforth, pero Hernangómez solucionó con el primer rebote ofensivo local y forzó el tiempo muerto de Perasovic (42-38). 

La pausa poco enfrió el ánimo de los sevillanos. Subía el balón Lafayette y se topó con Landry, que estiró el brazo y en un momento remontó el camino hacia el aro visitante para soltar el gancho que valdría como 2+1. No convirtió el adicional, pero Bamforth se apoderó de la siguiente posesión para que Landry repitiera jugada maestra. Para desquicio de Valencia Basket, fue volver a atacar para volver a robar los de Aíto y, fuera de sus casillas, intentó frenar el nuevo contraataque con una falta antideportiva. Hernangómez sólo anotó uno de los dos tiros, pero un nuevo triple de Landry terminó de convertir el tercer cuarto en agonía valencianista (54-42).

El triple de Rafa Martínez tuvo respuesta. Mata contestó desde 6.75, pero insistió el equipo visitante acosando la pintura con continuas internadas. En mitad de este pulso cayó un nuevo triple de Bamforth y terminó por fin el tercer cuarto para los de Perasovic (66-52). Valencia Basket se lanzó hacia delante desde el perímetro. Entre los triples de Lucic y Van Rossom, los 14 de diferencia se quedaron en 8 y Aíto pidió tiempo. Una vez más, Landry reavivó los fuegos casi al borde del aro, y una vez más acudió el triple de Van Rossom al rescate. Lo siguió Lafayette, y acto seguido voló el belga para un nuevo tiempo de Aíto (72-68). Porzingis logró estirar el marcador un poco más ante el terrorífico despertar visitante, pero Sato sacó provecho y Doellman empató con dos triples de pura casta. No se arrugó Bamforth, a pesar de su poca precisión desde la línea, y saltó para hacer saltar a su afición. Volvió a arremeter Valencia Basket y su tiro entraba, pero Porzingis palmeó hacia fuera y Urtasun, desde la serenidad y la esquina, volvió a disparar (82-76). Mató Lucic, pero sirvió de poco. Habrá tercer partido.