
Esta vez no ha sufrido el Barça para llevarse la victoria. El FC Barcelona se ha impuesto al CB Canarias en un Palau Blaugrana que permanecerá, un partido más (8-0), inexpugnable para el cuadro dirigido por Alejandro Martínez. Desde la dirección de un cómodo Marcelinho (6 asistencias), el Barça ha dominado el partido y, gracias a un parcial de 12-2 al inicio del tercer cuarto, ha conseguido superar el Canarias sin demasiados apuros. Navarro y Tomic también han jugado un papel destacado en la victoria blaugrana.
Los visitantes han aterrado en la pista desplegando un juego muy vertical, buscando rápidas canastas en contraataques o transiciones. Nunca se descartaba una opción de tiro con buenos porcentajes y con un Bivià especialmente acertado que anotaba dos triples en el segundo cuarto (29-25). El Barça, por su parte, y sin aparentar un gran esfuerzo, conseguía desplegar un juego efectivo de la mano de Huertas, buscando a sus compañeros en las continuaciones de los bloqueos. Al brasileño se unía un dominador Tomic (16 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias para 26 de valoración) y un Navarro que asumía toda la responsabilidad en ataque, anotando o generando juego.
El despliegue de ambos conjuntos era bien distinto. Mientras el equipo de Pascual optaba por un juego desde el pick&roll frontal o bien buscando la superioridad dentro de la pintura, los canarios se decantaban por las puertas atrás de jugadores sin balón, de Sekulic o bien Blanco, buscado este último en muchas ocasiones cuando era defendido por Navarro. Pero el arranque de tercer cuarto del Barça ha sido demoledor con un parcial de 12-2. La defensa de las líneas de pasada de los locales subía y el CB Canarias no se encontraba tan cómodo, errando en estos minutos situaciones de tiro superadas con gran eficacia en acciones anteriores (60-43). A partir de mediados del tercer periodo, un Barcelona que ha llevado a cabo una amplia rotación ha sabido administrar su ventaja y regalar alguna jugada de lujo como un alley oop entre Huertas y Dorsey, dominador bajo los tableros con 8 rebotes. El cansancio ha pasado factura a los de Martínez, menos frescos de ideas en el tramo final.