No llegaba ninguno de los dos equipos en las mejores condiciones, después de sendas derrotas en partidos de competiciones europeas. Si Movistar Estudiantes tuvo muy cerca la victoria en la Basketball Champions League en el Rhénus Sport frente a la SIG, remontando una amplia diferencia en contra, las sensaciones de su rival eran muy diferentes tras haber perdido sus dos encuentros de Euroliga de la semana, el primero en casa frente al Brose Baskets, y el segundo, de manera degradante, en La Fonteta frente a Valencia Basket.

La salida en tromba de Unicaja le permitió obtener las primeras ventajas, gracias al acierto de Gio Shermadini, autor de 7 puntos en apenas tres minutos y medio. Unicaja robaba balones y enchufaba con facilidad desde todas las posiciones. Enfrente, Nik Caner- Medley respondía y se iba hasta los 9 puntos en el primer cuarto. Ritmo rápido por ambos lados que beneficiaba a los locales, que se marchaban con 31-17 al final del primer cuarto. Pero la racha de Caner- Medley se agotó (acabaría el partido con sólo dos puntos más logrados en el segundo cuarto) y Estudiantes entró en barrena. Unicaja seguía ampliando su ventaja y la salida de Nemanja Nedovic abría aún más la brecha. Sin un referente anotador en Estudiantes, ya que Landesberg no tenía su tarde (0/7 al descanso), el 53-25 que señalaba el marcador al descanso se antojaba definitivo.

En el tercer cuarto mejoraron las cosas en el ataque estudiantil, logrando recortar la desventaja en un intercambio de canastas que beneficiaba a su rival. Alec Brown y Goran Suton ayudaron en la anotación e impidieron que el resultado final fuese escandaloso, en unos minutos finales que de poco sirvieron ya que la historia estaba escrita desde el segundo cuarto.