Última jornada de este año 2019 en el pabellón Príncipe Felipe que reunía a Casademont Zaragoza y a Kirolbet Baskonia, algo que le traería un grato recuerdo de este año a la parroquia rojilla.

Comienzo de primer cuarto con un predominio total de los juegos interiores, que conseguían hacerse fuertes en las zonas rivales, capturando rebotes ofensivos ambos equipos y haciendo daño a través de esa faceta. Si bien el conjunto maño se había recuperado a dos triples consecutivos de Janning, la salida a pista de Fall, con su aporte al rebote ofensivo y su intimidación atrás ayudaban a que el conjunto baskonista lograse un parcial favorable para marcharse en este primer periodo ganando por 14 a 20.

Segundo periodo con una dinámica completamente opuesta a la vista en el final del primer cuarto, con un Casademont Zaragoza lanzado a por los visitantes, defendiendo muy agresivos las líneas de pase y con un sistema de ayudas muy pulido, dejando el ataque alavés en la mínima expresión. Sumado a esa defensa, el ataque zaragozano metía 3 triples consecutivos y percutía sobre la zona rival como si nada, llegando a obligar a Dusko Ivanovic a parar el partido con un tiempo muerto para parar el parcial maño, que era de 17 a 4. Con la necesidad de encontrar a sus primeras espadas, pero sin la forma de realizarlo, el partido se marchaba al descanso con la victoria local por 39 a 31.

La salida de vestuarios de Kirolbet Baskonia estaba liderada por un excelso Shields, que anotaba prácticamente cada balón que pasaba por sus manos, pero que veía imposible sumar a alguno de sus compañeros en esa dinámica positiva. Mientras tanto, los chicos de Porfi Fisac no dejaban de desarrollar su juego coral mientras no veía oposición alguna por la defensa rival, dejándoles anotar casi a placer. Un ataque maño que estaba en su máximo nivel exhibido esta temporada veía como en este tercer cuarto habían conseguido noquear a los baskonistas y anotar 33 puntos para poner el marcador final en una diferencia de 21 puntos (72-51).

Últimos 10 minutos con el partido aparentemente decidido en los que el ataque maño seguía en estado de gracia y Kirolbet Baskonia solamente podía intentar anotar para que la diferencia en el marcador no fuese mucho más abultada de lo que ya era, estando esta en torno a los 30 puntos en muchos minutos de cuarto. Un show para los aficionados lo que vivían, con alley hoops, triples y ataques rápidos, olvidándose ambos equipos de la parcela defensiva y dejando pasar los minutos hasta llegar al final del partido con el marcador final de 101 a 80 y con la decimosegunda victoria zaragozana, lo cual los certificaba como cabezas de serie de la Copa del Rey.