Tenemos nuevo aspirante a finalizar con la racha de victorias del líder, el Real Madrid, como local. El Kirolbet Baskonia tratará de engancharse de nuevo a la cola del Playoff, tras haberse quedado fuera de la Copa del Rey. Los de Dusko Ivanovic jugarán sus cartas para limitar a un Real Madrid que jugará sin Anthony Randolph, Rudy Fernández y Jordan Mickey.

El partido arrancó con mejores sensaciones para los locales, quienes obtenían una mayor fluidez de su movimiento de balón. Una de las jugadas predilectas de Pablo Laso, consiste en jugar con Walter Tavares en el poste alto. Bloqueo indirecto al tirador, con el que juega un 2 vs 2. El hueco que genera el pívot caboverdiano en la zona les permiten moverse con fluidez, y obliga al defensor de la esquina a acudir a la ayuda, lo que libera a Gabriel Deck, generalmente. El argentino anotó dos triples liberado, y era una amenaza constante pese a su poca participación con balón. Por el lado baskonista, les quedaba ser agresivos en zona y abrir los brazos para tapar líneas de pase. En ataque conseguían una menor fluidez, presionados por los exteriores del Real Madrid, quienes provocaron numerosas pérdidas y obligaban a jugar ataques de 1 contra 1 o triples forzados. Facundo Campazzo y Sergio Llull pusieron los puntos junto a Deck, unido a los intangibles trabajadores en defensa y en sistemas de bloqueos indirectos abrieron brecha en el marcador al término de los primeros diez minutos. Un 6/8 en triples del Real Madrid, por el 1/4 baskonista, las 3 pérdidas visitantes, y los 9 tiros libres del Real Madrid, por los 2 de Baskonia, reflejan una mayor intensidad y concentración por parte del conjunto local, quien se va con una cómoda ventaja al primer cuarto (32-18).

Sin duda alguna, la charla de Ivanovic caló en sus jugadores, quienes salieron con otra cara al partido. La entrada de Polonara metió una marcha más en la intensidad defensiva, tapando líneas de pase, incomodando al juego exterior y obligando al Real Madrid a forzar sus tiros. En ataque, salieron más decididos, con ideas claras y juego única y exclusivamente en el lado fuerte de la cancha. Donde no se juega el balón, se le nubla la vista a Pierria Henry, quien no ha descansado en todo el partido, dirigiendo de maravilla a los suyos. Con 13 puntos consecutivos para su equipo, y un parcial de 0-13 de salida, el base de Baskonia aprovechaba todas las pantallas para dar un paso atrás y generar suficiente espacio para armar el brazo. La primera canasta del Real Madrid llegó tras un gancho de Fabien Causeur, una vez han transcurrido cuatro minutos de juego. Pablo Laso movió ficha rápidamente, sacando a pista a Jeff Taylor para no despegarse del 7 baskonista. Cuando el cansancio pasaba factura para Henry, es cuando Ivanovic pidió calma, cabeza y seriedad en ambos lados de la pista.

El nivel de concentración baskonista fue en detrimento del Real Madrid que, sin Campazzo ni Llull durante el segundo cuarto, se encontraron con menos alternativas en el movimiento rápido de balón. Apenas anotaron en transición, una de las armas favoritas del Real Madrid, y muchos errores en pases interiores, clara muestra de limitación ante un planteamiento defensivo severo. Los de Pablo Laso fueron capaces únicamente de anotar 6 puntos durante el cuarto, por los 21 de Kirolbet Baskonia, quien se marchó con ventaja al descanso (38-39).

Al comienzo de la segunda parte, las espadas seguían por todo lo alto. El derroche físico y la importancia de la intensidad en ambos lados de la cancha estaba presente, que se lo digan a Henry, quien tuvo que retirarse por problemas musculares en el cuadriceps derecho. Concretamente, el base disputó todos los minutos menos el último antes del descanso, por lo que no sorprende que sufriese problemas musculares. Es el momento en el que Matt Janning trató de echarse el equipo a la espalda, con dos triples consecutivos. Pero en este caso, la pareja Campazzo & Llull adoptaron galones, al igual que en el inicio del partido. Con dos triples entre ambos, recuperaron la ventaja en el marcador, y entraron como un golpe en la mesa, por lo que Ivanovic frenó el ritmo rápidamente. El intercambio de golpes se generalizó durante el resto del cuarto, sumando a Toko Shengelia a la fiesta con 5 puntos y 1 asistencia seguidos. La experiencia de Ivanovic y su conocimiento del juego le permite entender a la perfección el tempo del juego. Es cuando Pablo Laso movió ficha, forzado por un Campazzo cargado de faltas, y puso a Llull al timón de la ofensiva blanca. Nuevamente, apostó por el juego de bloqueos que liberen a Deck en la esquina del lado débil. Polonara y Shengelia hicieron un buen trabajo defensivo, pero no eran capaces de hacer el close out sobre el argentino, y obligó a Baskonia a abrir la zona. Cuarto de desgaste físico y con las cartas sobre la mesa, con ligera ventaja para los de Ivanovic (60-63).

En finales apretados, sea quien sea su rival, conocemos más que de sobra el grado de energía extra de los hombres de Pablo Laso. El Real Madrid buscó correr, su punto fuerte: la transición. Cuando Ivanovic clamaba tranquilidad, juego lento, Campazzo y Causeur adelantaron la presión sobre las líneas de pase. El argentino sacó un robo y una falta en ataque de Henry, mientras que el 1 blanco un robo y canasta en transición que da la vuelta al marcador. Sorprendentemente, sin la figura de Tavares, fue el capitán, Felipe Reyes, quien dominó los tableros, tanto en defensa como en ataque, y doblegó a un Michael Eric muy superior físicamente. Las ventajas que provoca el Real Madrid con el pívot en el poste alto deja siempre liberado a un hombre en el lado débil, y Baskonia no estaba siendo capaz de frenarlo. Pero, al igual que durante toda la segunda parte, nos encontramos ante un partido de toma y daca. Dos duras defensas baskonistas, presionando las líneas de pase, provocaron dos pérdidas consecutivas que terminaron en canastas sencillas que devuelven la igualdad al marcador. La tensión se podía cortar con un cuchillo. Final de partido no apto para quienes tengan problemas cardíacos. Es el momento en el que la defensa de Kirolbet Baskonia debe ser más dura que nunca, tras las expulsiones por faltas de Henry y Fall. Y una vez más, el Real Madrid aprovechó el lado débil con un triple de Llull completamente solo que empataba el partido a 91 a falta de 30 segundos. Sin embargo, el líder de la plantilla baskonista, Tornike Shengelia, silenció el WiZink Center con un mate colosal sobrepasando a Walter Tavares, y anotando lo últimos tiros libres que certificaron la machada de ser el primer equipo que se lleva la victoria del fortín blanco.