Volvemos a una nueva jornada de Liga Endesa al WiZink Center. El líder, el Real Madrid, pondrá a prueba su fortín ante un Club Joventut Badalona que no quiere descolgarse de los puestos de Playoff. Vuelven viejos conocidos, como Klemen Prepelic, quien viene con ganas de demostrar su valía, después de los incidentes con el trío arbitral la pasada jornada. No podemos dejar pasar a un Nico Laprovittola, MVP la pasada temporada con los verdinegros, que saldrá de titular incluso.

El primer cuarto sirvió como una toma de contacto para medir fuerzas entre ambos equipos. Las defensas interiores fueron muy sólidas y apenas permitían movimiento de balón en zona. El Real Madrid tomó la batuta del choque, dominando el rebote de principio a fin, y comenzó a instaurar su juego en pista. Rebotes y salidas en transición rápidas impedían a La Penya a frenarles. Comandados por un Jaycee Carroll (7 puntos) mostrando una fluidez anotadora e incluso directora, dejando a un Anthony Randolph que volvía de lesión y se le notaban las ganas de acaparar balones. Personalmente, muy errático desde el triple, y con algo de temor a ser agresivo de cara al aro.

Anotó dos triples, pero con malos porcentajes de acierto. Entre ambos jugadores anotaron 13 de los 17 puntos blancos en el cuarto. A su vez, el equilibrio defensivo impidió al Joventut a tener buen movimiento de balón y numerosos pases. Se vieron obligados a depender de individualidades, y acabaron únicamente en 10 puntos durante el cuarto.

Los de Durán apretaron en defensa, impidiendo los tiros fáciles y transición del primer cuarto. Cortaron la ventaja blanca y consiguieron dar la vuelta a la tortilla, apretando la intensidad sobre las líneas de pase, que provocaron dos pérdidas consecutivas e igualaron fuerzas. Es cuando un nuevo Real Madrid tomaba el martillo y da un golpe sobre la mesa. Con la entrada de Sergio Llull, el conjunto blanco metió una marcha más al partido, e inauguraron el festival del triple, que se celebra en el WiZink Center.  Felipe Reyes, Jordan Mickey, Fabien Causeur y el propio Llull fueron protagonistas del evento triplista.

Además, la amenaza del mejor equipo exterior de la Liga Endesa, provocaba grietas en la zona que Llull y Causeur aprovecharon para devolver el parcial para el conjunto blanco. Prepelic trataba de comandar a los suyos desde el triple, pero se lo estaban poniendo realmente complicado. Como bien recalcó Carles Durán en un tiempo muerto, están jugando como niños, y ellos como Seniors.

El banquillo blanco da una ventaja de diez puntos, lo que redujo la intensidad defensiva y se ven sucumbidos al ritmo de juego que impone el Real Madrid. Un parcial de 25-24 en el segundo cuarto marca un alto ritmo ofensivo donde, a priori, ha dominado el conjunto blanco, pero donde los de Badalona se han mantenido y soportado las embestidas blancas a base de transición. Las 9 pérdidas del Real Madrid en la primera parte reflejan uno de los motivos por los que el partido aún no se ha roto. Ambos equipos apenas han ido a la línea de tiros libres (2 TL Real Madrid, por 4 de Joventut), lo que muestra una falta de agresividad atrás que se combina con el parcial del segundo cuarto.

La segunda parte arrancó con mayor diferencia de sensaciones entre ambos equipos. El Real Madrid sale más intenso, con un notable movimiento de balón, buscando al hombre liberado sin imprecisiones. Dos triples y una canasta de Deck arrancaron en el inicio, parece que los de Laso van a romper el partido. Klemen Prepelic anotó cinco puntos consecutivos, incluido un triple casi desde el logo.

Pero las sensaciones son muy limitadas. El nivel defensivo blanco provoca un cortocircuito en la fluidez de balón del conjunto catalán. Numerosas deflections y pérdidas de tiempo de posesión, que limitaba finalmente a tiros forzados desde el triple. La cuerda se comienza a tensar y la balanza va cayendo del lado blanco. 

Un nuevo protagonista surgió durante los tramos finales del tercer cuarto. Un viejo conocido, Tony Wroten, llegó tarde a la fiesta, pero creó un hueco en el lado izquierdo del ataque de Joventut que permitió a los suyos a reducir la ventaja a menos de diez puntos de nuevo. Con 10 puntos tras uno contra uno finalizando con bandeja por la izquierda, obligó a Pablo Laso a parar el choque y ajustar la defensa para cerrar dicho hueco. Ni mucho menos está sentenciado el partido, y nos vamos al último cuarto con un interesante 70-61.

Una Penya más agresiva de cara al aro, trata de viajar de la línea de tiros libres con mayor asiduidad. La intensidad ofensiva y la transición de balón les proporciona ventajas, y a su vez a que el Real Madrid sude para conseguir anotar. Les falta un apartado: el rebote. Y no tuvo que ser otro que el capitán, Felipe Reyes, quien hubo momentos que parecía ser el único reboteador del partido, en ambos lados de la cancha. Kanter sufrió a Felipe bajo los tableros, y la Penya no termina de materializar el miedo de apretar más aún el marcador cuando el tiempo se va terminando.

Carles Durán se desesperaba en el banquillo viendo como los suyos no terminan de rematar a un Real Madrid que ve sus vías de anotación atascadas. Es el momento de meterse de lleno en el partido, y Durán sabe que si no terminas de rematar, el líder de Liga Endesa es muy peligroso en dichas situaciones de partido. 

Precisamente el propio Kanter anotó seis puntos de manera consecutiva, y sumado a una penetración de Prepelic, consiguieron realizar la machada de dar la vuelta al marcador (75-76) a falta de cuatro minutos de juego. Cinco puntos en lo que llevamos de cuarto para un Real Madrid completamente atascado en ataque. El movimiento de balón apenas surgió, las pérdidas de balón se sucedían, y los tiros forzados eran la finalización de cada posesión blanca. Partido nuevo, cuatro minutos de juego, y un marcador igualado. Veremos el ADN del líder de la clasificación, y si reaccionarán al ritmo de La Penya.

Una canasta de Gabriel Deck (14 puntos) y un triple de Anthony Randolph, volvieron a poner a los suyos cuatro arriba a falta de dos minutos. La sangre fría del jugador de la Penya, cedido por el Real Madrid, Klemen Prepelic y sus cinco puntos consecutivos, mantuvo a los suyos en el partido a falta de un minuto. Demostrando que se merece un hueco la próxima temporada en la plantilla blanca, provoca la máxima igualdad a falta de menos de un minuto. Un triple de Tony Wroten entró como un puñal, sumado a una impresionante asistencia para el propio Prepelic, quien deja a la Penya con tres de ventaja a falta de 15 segundos para el final del partido.

Precisamente fue Laprovittola quien se jugó el último balón de partido para empatar y llevar el duelo a la prórroga, pero una gran defensa de los de Badalona provocaron un tiro muy forzado que no entró. Un último cuarto sobresaliente de la Penya, quien limitó al Real Madrid durante los últimos diez minutos y da la sorpresa asaltando el fortín blanco.