Tras un comienzo errático, ambos equipos se ajustaron al guion esperado, el del 6.75. UCAM necesitaría más de 4 minutos para lanzar dentro del arco; Dino Radoncic, Jarell Eddie y Giannoulis Larentzakis compensaron las dos canastas de Álvaro Muñoz en el perímetro (6-8). Solo la continuación de Dejan Kravic en el bloque directo parecía una alternativa sólida a la pegada exterior.

Eddie y Booker alargaron la racha local y propiciaron el primer conato de escapada (15-8). No iría más allá, la versatilidad de Vladimir Brodziansky alimentó un parcial de 1-10 que equilibró el choque a la conclusión del primer cuarto (18-19).

El eslovaco hizo gala de un formidable arsenal de recursos para sumar 11 puntos en un abrir y cerrar de ojos: lanzamiento de larga distancia, penetración, intento de alley oop o movimientos al poste. Con Rojas y Luz sobre la pista, el cuadro pimentonero amarró la amenaza del backcourt visitante (27-24). Del mismo modo, Calloway y Czerapowicz contribuyeron a reducir de manera drástica el ritmo del juego. La defensa de Monbus Obradoiro había dado un paso al frente. Nuevas concesiones de UCAM Murcia en cancha propia facilitaron la ventaja gallega al descanso (32-34).

La reanudación fue testigo de un nuevo asalto en la línea de tres puntos. Eddie, Daum, Larentzakis o Magee aceleraron una vez más el intercambio de canastas (42-45). El conjunto de  Santiago se movía con libertad gracias a la dirección de Pepe Pozas (6 asistencias). Sito Alonso no tenía más remedio que mantener en pista a Eddie y Larentzakis con tres faltas personales. El griego impregnó cada metro del parqué con un instinto ganador intimidatorio (20 créditos de valoración con 18 tantos, 6 rebotes y 5 asistencias).

Era el momento para que Askia Booker cargara sobre sus hombros toda la ofensiva pimentonera. Primero castigando el camino directo hacia el aro; después participando del concurso de tiro en la larga distancia. Sin embargo, los 10 puntos en serie del californiano no tendrían un impacto decisivo en el marcador, el último cuarto dictaría sentencia (56-52).

Kyle Hunt sacó a relucir su capacidad de salto y sobrevoló por fin el Palacio de los Deportes con un mate sideral. El jamaicano (14 puntos 9 capturas) volvió a ser la referencia interior de los anfitriones y terminó por ahogar a Dejan Kravic (60-52 min. 35). Moncho Fernández estimuló entonces el acierto de Fletcher Magee. El bombardero norteamericano no falló y sumó por partida doble en el 6.75 para contener la alegría de la grada (62-60). El equilibrio se contoneaba entre el oficio de Larentzakis y la puntería del propio Magee, que volvió a anotar desde la esquina (69-63 min. 37).

Los visitantes no se dejaron llevar en ningún momento, pero la insistencia de Booker y los intangibles de Larentzakis parecían decantar la balanza hacia los locales (74-68 a falta de 1:13). De repente, el desplome de Fuenlabrada hizo acto de presencia y atenazó los nervios de UCAM Murcia. Fletcher Magee castigó por enésima vez desde el perímetro (8 de 14) y puso a los suyos por delante con 14 segundos por disputarse. Sería el omnipresente Giannoulis Larentzakis el que forzara la prórroga con una penetración in extremis (76-76).

El cansancio ganó protagonismo en los compases iniciales del tiempo extra, aunque no fue suficiente para frenar la batalla exterior. Larentzakis, Calloway o Eddie mantuvieron la igualdad en el electrónico hasta el último minuto (88-88). Pero Magee, desatado, era ya capaz de generar sus propias opciones. El de Orlando no tuvo piedad y dinamitó el encuentro con un lanzamiento estratosférico. Raza blanca, tirador. Moncho Fernández vuelve a tomar aire en la capital del Segura; segunda victoria de Monbus Obradoiro (90-95). La historia, cíclica, sonrió a los gallegos.