Benjamin Simons fue el invitado inesperado del primer periodo, que se llevaron los locales. Después de otro fulgurante inicio de Facundo Campazzo, con 10 de los primeros 14 puntos de su equipo, apareció el alero con tres triples en cinco intentos que ponían a los suyos por delante, 21-16. En la zona el duelo entre Edy Tavares y Artem Pustovyi se veía eclipsado por las dos faltas personales que cometieron ambas torres en los primeros minutos. En el Real Madrid, preocupante circulación de balón y solamente la actitud de Rudy Fernández en defensa estaba a la altura de la intensidad gallega. 21-18 al final del primer cuarto.

En el segundo periodo, todo cambió. Cuando parecía que Obradoiro seguiría ampliando la ventaja tras una rápida canasta de Radovic, despertó la muñeca asesina de los blancos: ocho triples en el segundo periodo (11/22 en total durante la primera mitad) para asestar un parcial de 5-28 que acabó con el encuentro en poco más de 7 minutos (28-46). Los locales dieron la cara en los minutos finales y consiguieron dejar la diferencia en 37-52 al descanso. 

En el tercer periodo, el acierto pasó al lado gallego, con Simons y Benzius remando de tres en tres ante un Real Madrid que se apoyaba en la versatilidad de Rudy, que seguía anotando a placer desde el perímetro. La salida del sueco Spires, fichado hace apenas unas semanas por Monbus Obradoiro, dio una marcha más a los suyos, que conseguían reducir la diferencia hasta el 67-76 al final del tercer periodo. 

Spires se asentó como el líder de los suyos en el momento más caliente. Entre él y Martin Laska anotaron 21 puntos de forma consecutiva al incio del primer cuarto. El lituano, asesinando desde la línea de fondo, colocaba el 88-92 a falta de 4 minutos. Lo más cerca que llegaron a estar los locales. Sin embargo, el Real Madrid supo responder con un parcial de 0-10 que terminó de hundir anímicamente a Monbus Obradoiro.