Monbus Obradoiro  recibía al sorprendente RETAbet Bilbao Basket con la ansiedad de lograr la primera victoria en un calendario realmente complicado. Los MIB, por el contrario, llegaban con el trabajo hecho tras dos grandes victorias ante Iberostar Tenerife y Valencia Basket.

Las ordenes de Moncho Fernández eran atacar de incio la defensa de Bouteille con un jugador más alto y fuerte como Czerapowicz . La primera canasta llegaba tras rebote ofensivo de Daum a una jugada del sueco. Pero luego llegó un 9 a 1 a favor de los de Mumbrú con protagonismo de Kulboka con 5 puntos y las primeras canastas de Bouteille y Balvin. Un “coast to coast” de Kravic animó a los gallegos y comenzó un duelo de pistoleros veteranos entre Vasileiadis y Rafa Martínez, con 5 puntos consecutivos para el griego y 4 para el ex taronja. Bouteille se apuntaba también con su segunda canasta mientras solo Kostas llevaba el peso del ataque gallego y con tres tiros libres ponía a dos a los suyos (13-15). Varios fallos de ambos equipos y dos buenas canastas en la zona de Lammers y De Zeeuw para sus respectivos equipos dejaban el 15 a 17 en el marcador al final del primer cuarto. 

El sector LEB de Bilbao tomaba protagonismo con un triple de Sergio Rodríguez y las penetraciones de Jaylon Brown. Brodziansky anotaba la única canasta del Obra en los primeros cinco minutos mientras Lammers seguía haciendo daño y situando la diferencia en ocho puntos (17-25). Una antideportiva sobre Vasileiadis acababa con cuatro puntos gracias a un gran mate de Czerapowicz que levantaba al público y despertaba al equipo. Brown seguía haciendo daño pero un triple de Brodziansky ponía el 26 a 28. Ahora el duelo triplista era entre Kostas y Jaylon, con un tres más uno para el pequeño americano. Kulboka volvía a aparecer con un nuevo triple que, unido a cuatro tiros libres consecutivos de Balvin, situaban la diferencia en diez puntos. Magee tomaba el testigo de Vasileiadis y anotaba tres triples consecutivos que ni el tiempo muerto de Mumbrú fue capaz de interrumpir. La primera parte se cerraba con dos libres de un Bouteille mucho menos acertado que otros días y con el 38 a 41 en el luminoso. Obradoiro había conseguido reducir las perdidas en comparación con otros partidos pero su ataque funcionaba a arreones, y habían sido los de Vasileiadis y Magge los que lo habían acercado en el marcador. Bilbao hoy no exhibía el excepcional porcentaje de triples de los primeros partidos y se quedaba en un 4 de 13.

 

 

Obradoiro centró el juego en Brodziansky en el inicio de la segunda parte, tanto buscando al pívot eslovaco como aprovechándose de la atención que generaba para tener un ataque más fluido con canastas de Kravic, que empató el partido, y de Magee que puso por primera vez por delante a los gallegos desde la canasta inicial. Brown seguía imparable pero ahora los locales llevaban la iniciativa gracias al trabajo en la zona de Brodziansky.  Un tres más uno de Magee elevaba la temperatura del Fontes do Sar y entraba en ebullición con un aley oop de Muñoz para Kravic que situaba el 57 a 52 a favor de los gallegos. Bilbao resistía a base de tiros libres y de un mate de Sulejmanovic, pero ahora Kravic era una pesadilla para la defensa vasca. Daum daba un descanso a Brodziansky y demostraba que los MIB sufren en la posición de cuatro al anotar cinco puntos seguidos. El último cuarto comenzaría con 64 a 57 a favor del Obra.

 

Los de Mumbrú salían a por todas en el inicio del período decisivo y conseguían un 6 a 0 con un dos más uno de Rousselle y un triple de Sergio Rodríguez que reducía la ventaja a la mínima (64-63). La solución para romper la sequía volvía a ser buscar a Brodziansky, al que Kulboka no podía parar en la zona, pero se la devolvía con un triple en ataque. La tensión y la defensa y la defensa atascaban las muñecas de ambos equipos y solo se sumaban un tiro libre por cada lado durante varios ataques. Brodziansky volvía a abusar de Kulboka para deshacer el empate y Czerapowicz lo imitaba consiguiendo una canasta al poste en uno contra uno sobre Bouteille. Tras varios malos ataques por ambar partes, Balvin ponía el 71 a 70 con un gran dos más uno. Mumbrúa metia a Lammers de cuatro para defender a Brodziansky y la jugada le salía perfecta, al imponerse la defensa del americano, pero en ataque no conseguían sacar nada positivo y Obradoiro recuperaba la posesión. Calloway recibía falta restando 6,9 segundos y anotaba los dos tiros libres obligando a Bilbao a preparar una jugada de tres en el tiempo muerto. El balón fue para Kulboka, que fintó, botó y lanzó sin que los locales hicieran falta, anotando para poner las tablas a falta de 2,8 segundos. Moncho acumuló hombres altos y consiguió un uno contra uno de Brodziansky contra Schreiner pero el eslovaco falló su tradicional semigancho y el partido se iba a la prórroga. 

 

 

Bouteille abría el marcador y Calloway empataba desde el tiro libre. Rouselle anotaba de tres a tabla y otra vez Calloway respondía con un triple. Brown volvia a colarse entre la defensa y Kravic contestaba en la zona. Balvin anotaba dos tiros libres y esta vez el Obra no acertaba. El pívot checo se erigía en protagonista con un mate que ponía el 80 a 84 a falta de 1:35. Brodziansky reducía con dos libres y Bilbao perdía el balón a fala de 37 segundos. Vasileiadis forzaba una falta rápida y empataba otra vez el duelo restando 33 segundos. Los MIB fallaban pero cogían su propio rebote para que Brown asistiera a Balvin, que no consiguió anotar al tocar Kravic el balón por detrás

La segunda prórroga comenzba igual, con Brown anotando y Calloway respondiendo desde el tiro libre. Pero ahora ya costaba más y había fallos por ambas partes, hasta que Brodziansky rompía el empate. En la siguiente jugada, tras salirse un triple de Vasileiadis, el eslovaco cometía su quinta falta y daba tiros libres a Balvin, que solo anotaba uno. Magee anotaba de dos y Brown le respondía en el duelo de debutantes en ACB. Otra vez el tirador recién salido de la NCAA tomó la responsabilidad y anotó un espectacular tres más uno para dar cinco de ventaja al Obra a falta de 1:44. Parecía un uno contra uno entre los dos jugones y Brown reducía desde el libre, a los que acudía también Magee y no fallaba. Kulboka se metía en el medio con otro gran triple y, tras una perdida absurda de los locales, empataba de nuevo con dos tiros libres. Moncho Fernández pedía tiempo muerto para preparar una jugada con 21 segundos. Mumbrú le respondió con una falta para tener el último ataque con Calloway acertando los tiros libres para el 98 a 96. El  balón fue para Brown, pero su tiro fue semitaponado por Kravic y Lammers no acertó con el palmeo. Finalizaba un espéctaculo lleno de emoción llevado a cabo por dos equipos que saben de la importancia de cada victoria en la lucha por la permanencia.