Unicaja volvió a vencer en Liga Endesa, algo que no conseguía en lo que va de 2013, acumulando en sus espaldas cinco derrotas consecutivas. Esta victoria llegó con mucho sufrimiento, pese a recibir en casa al último clasificado, el Lagun Aro, y pese a ponerse pronto con una clara ventaja de veinte puntos (27-7). Parecía que iba a ser una mañana plácida para los malagueños pero de nuevo las desconexiones mentales de sus jugadores les hizo dinamitar esa diferencia en el electrónico y permitir que el equipo de Sito Alonso, apoyado en los puntos de Qyntel Woods y Morris Finley, se recuperase de su desastroso inicio y se metiese en el encuentro.
Llegó el partido igualado a los instantes finales, aunque Lagun Aro no pasó de estar al acecho de empatar el encuentro por errores propios, fallando tiros librados o cometiendo pérdidas absurdas que les hubiesen permitido comprimir más el marcador y meter más nervios a un Unicaja que hoy día es un flan, que al primer contratiempo se bloquea y le cuesta horrores volver a responder. Tuvo bola Morris Finley para forzar la prórroga, pero falló el lanzamiento y la victoria se quedó en Málaga (74-70), aunque los aficionados locales (los pocos que fueron al Carpena) no quedaron nada contentos y despidieron a su equipo con pitos, también dirigidos hacia el entrenador Jasmin Repesa.
El Partido, en cinco claves:
- Salida fulgurante de Unicaja: Los malagueños salieron conjurados a romper su mala dinámica de las últimas semanas donde, entre Liga Endesa y Euroliga, acumulan nueve derrotas en diez encuentros. Con un Calloway muy acertado en el triple (4/5 en el primer cuarto) y Luka Zoric haciendo daño en la pintura, se escapaban rápidamente en el marcador y parecían sentenciar el encuentro cuando solo habían transcurrido ocho minutos del mismo (27-7).
- Finley, Paunic y Woods despiertan al Lagun Aro: Llegó la consabida pájara de Unicaja de cada encuentro y los visitantes comenzaron a coger aire y recortar la diferencia, apoyados en los puntos de Woods, Paunic y Morris Finley. Fueron ellos tres quienes llevaron el peso del ataque de su equipo hasta el descanso, anotando diez puntos cad uno y liderando un parcial de 4-19 que metía de nuevo a los vascos en el partido, aunque Unicaja pudo en los instantes finales del segundo cuarto dejar la diferencia en diez puntos al descanso (46-36). El problema para el Lagun Aro es que en el segundo tiempo, sólo Finley siguió sumando de esta tripleta de jugadores.
- Javi Salgado entra a escena: Tras el paso por vestuarios, estaba en el aire el encuentro, siendo decisivo ver si el Lagun Aro volvía a apretar el marcador o Unicaja sentenciaba. Fue el primer caso y máxime por la aportación de Javi Salgado. El base comenzó a dirigir con acierto y a sumar puntos que ponían el marcador en un puño, aunque no terminaba de completar la remontada el conjunto donostiarra, más por errores propios que por buenas acciones de su rival.
- Marcus Williams tira de clase: No estaba teniendo un buen partido el americano, que sufre mucho cuando está de director y está más cómodo cuando comparte cancha con Calloway y actúa más de escolta. Siete puntos suyos de forma consecutiva mntuvieron a flote a Unicaja, aunque los malagueños seguían jugando bastante mal y los puntos llegaban por acciones aisladas e individuales.
- Finley falla y no fuerza la prórroga: A los últimos minutos se llegó con el marcador muy parejo, aunque con ligera ventaja para los locales, que cometían multitud de errores en canastas cómodas o en pérdidas (hasta 19), pero el Lagun Aro no terminaba de creerse la situación y su capacidad para llevarse el encuentro y también sumaba errores. Aún así, con 6 segundos por jugar Lagun Aro tenía bola con tres puntos de desventaja. Unicaja defendió de forma horrible esta última jugada y Morris Finley, el máximo anotador del encuentro con 21 puntos, tuvo un triple frontal al aro para forzar la prórroga pero el aro escupió su lanzamiento y Krunoslav Simon selló la victoria de Unicaja desde la línea de personal (74-70).