Desde que se retiró Larry Bird, muchos han sido los prospectos que han llegado a la NBA con el sobrenombre de “el nuevo Bird”. Uno de los que más rápido defraudaron fue el alero Michael Smith. Tras una gran temporada en Brigham Young , donde acaparó múltiples premios universitarios destacando en baloncesto, voleibol y football, fue elegido número 13 en el draft de 1990 por los propios Celtics. En sólo dos temporadas se dieron cuenta de que el jugador estaba a años luz del pájaro verde. Tras fracasar en la NBA se quedó jugando para la CBA y luego emigró a Europa. En la ACB lo pudimos ver en equipos como el Pamesa, donde llegó a superar los cincuenta puntos, Estudiantes y Gijón.
El último de ellos es Adam Morrison. El cañonero de Gonzaga se ganó tan apelativo tras liderar el ranking de anotadores universitarios en su último año con 28.1 puntos de partido. Su aspecto setentero, su facilidad para superar los 30 puntos, anotando desde diversas posiciones y su estilo heterodoxo hicieron pensar que a los críticos que Larry Bird tenía por fin sustituto.
El alero de los Bobcats, elegido número 3 del draft del 2006 por Charlotte, ha sido traspasado junto a Shannon Brown a Los Angeles Lakers a cambio del serbio Vladimir Radmanovic. Una discreta temporada como rookie, un año en blanco por una lesión de rodilla y una tercera temporada, la actual, con más pena de gloria han propiciado que los Bobcats arrojen la toalla por el jugador. Morrison (4.5 ptos y 33% en triples en 15 minutos), además, no encajaba en el perfil defensivo que busca Larry Brown y que sí puede aportar Radmanovic (6 ptos, 2.5 rebs y 44% en triples en 16 minutos), aunque carezca del potencial ofensivo del ex Bobcat. Los Angeles Lakers hacen una apuesta en la que tienen mucho que ganar y menos que perder. El alero de Wyoming necesita reencontrarse con el baloncesto y el estar en un equipo ganador, donde las estrellas son otros, puede ayudarle. Radmanovic será un buen refuerzo para Charlotte, que ven como han fracasado algunas de sus últimas apuestas en el draft como Sean May o el propio Morrison.