Los New York Knicks, un equipo que va camino de convertirse en una especie de manicomio dentro de la NBA, parecen estar a punto de hacerse con los servicios de Allan Houston, según informa Andrew Marchand en una emisora local de la ESPN.

Houston llevaba dos años virtualmente retirado por unos problemas en su rodilla que ya fueron lastrando su carrera con anterioridad. Este verano, en la ya casi clásica serie de rumores sobre antiguas estrellas NBA con posibilidades de acabar en la liga griega, se le había vinculado con el Panathinaikos bajo unas cifras mareantes. Como la mayoría de estos rumores, acabó en agua de borrajas y ahora volverá a jugar en el Madison, cancha que fue testigo de sus mejores años de baloncesto; no en vano, Houston fue uno de los jugadores imprescindibles del último gran equipo de los Knicks, aquel que dirigía Jeff Van Gundy, que protagonizaba duelos pugilísticos de alto nivel con los Heat y que fue testigo directo del primer anillo de los San Antonio Spurs.

El alero explica este retorno diciendo que todavía se siente con nivel para tener importancia en el juego, tras verse obligado a dejar de jugar por su maltrecha rodilla. En la realidad parece complicado pensar en la posibilidad de que Allan pueda tener relevancia en los actuales Knicks, aunque con Isiah Thomas nunca se sabe. Al fin y al cabo, Houston siempre se ha caracterizado por su precisa muñeca y majestuosa mecánica de tiro, algo que no se suele perder con el tiempo.

Actualización: El jugador ya ha confirmado que se incorpora a los Knicks