Los Hawks están adelantando su proceso, el que se ha llevado por delante al llamado, con mayúsculas, el Proceso. Tras varios años de reconstrucción, ha vencido, con la ventaja de campo en contra, a los sorprendentes Knicks y a los favoritísimos Sixers, con lo que se planta en la Final de Conferencia con las mismas sensaciones que en semifinales: no tienen nada que perder, la presión no está de su lado y seguirán su plan para tratar de dar otra sorpresa en unos playoffs llenos de ellas. Si Anteto y compañía se está frotando las manos después de eliminar al gran favorito al título y ya vislumbran los focos de las Finales, más les vale andarse con cuidado, puesto que los Hawks no son una sorpresa más, tienen más armas de las que parece y han demostrado no arrugarse en los momentos más calientes. Nos espera una serie muy atractiva.
Trae Young, el líder que todo lo mueve
Los Hawks se basan en una norma no escrita en la NBA, que detona a los equipos que no la cumplen: las jerarquías en la plantilla deben estar muy claras y respetarse siempre. Trae Young siempre ha estado a examen desde el polémico traspaso en el que los Hawks enviaron a Doncic a Dallas a cambio del pequeño base. Una evaluación continua, con los cuchillos desenfundados, siempre atenta a cualquier desliz del base para ponerle a caldo y restregar a Atlanta la decisión de prescindir de la megaestrella eslovena. Pero el gran triunfo de Young es que ha conseguido precisamente esto, es decir, no se está hablando del susodicho traspaso, no es otro Sam Bowie que se recordará décadas después, sino que está escribiendo su propia historia a base de actuaciones estelares.
Trae Young es el gran líder de los Hawks desdé que pisó la capital de Georgia. Bajo y de físico liviano, compensa su falta de fuerza y velocidad con un talento a la altura de los mejores. Gran capacidad de bote, tiro con un rango enorme y talento en el pase y la visión de juego son sus rasgos más característicos. Sus estadísticas se han situado en rangos homologables al MVP, pero las elevadas de derrotas de los Hawks han hecho que sus espectaculares números se consideraran “vacíos”. De hecho, con más de 28 puntos y 9 asistencias por partido, ni siquiera fue elegido para el All-Star en esta temporada. Estadísticas que, por cierto, no solo no han bajado, sino que han aumentado en la postemporada (29,1 y 10,4). Quizá sea hora de meter de una vez a Trae Young entre las superestrellas de la NBA.
Trae Young es ya una absoluta estrella de la liga.
Qué manera de aparecer en el momento más decisivo para liderar la remontada de su equipo. #TiempoDePlayoffs pic.twitter.com/gbQBU9p2Wk
— NBA en Movistar+ (@MovistarNBA) June 17, 2021
Juego exterior, mucha generación de juego, tiro y puntos
El verano cambió la configuración del juego exterior de los Hawks. Tras dos años de soledad de Trae Young, en los que por sus manos tenían que pasar todos los ataques de Atlanta, la llegada de un veterano como Gallinari y, especialmente, un infravalorado Bogdanovic han elevado exponencialmente las amenazas exteriores georgianas. El italiano fue un fichaje sorprendente tanto por su contrato (61 millones en tres años) como por encaje, ya que los Hawks contaban en esa posición con DeAndre Hunter, Cam Reddish y Kevin Huerter. Parecía que la paciencia se acababa en Atlanta y que este fichaje podía frenar la progresión de los que debían ser los complementos de Young a medio plazo. Pero Gallinari, con recurrentes lesiones y un estado físico mejorable, es un jugador que siempre aporta. Tiene buen tiro, puede generarse sus jugadas, elige bien los pases y ayuda en el rebote. Sus 12,5 puntos y 4,2 rebotes están siendo claves para que los Hawks siempre tengan varias amenazas ofensivas al mismo tiempo en pista.
Lo de Gallinari es un escándalo. Qué jugadorazo. #TiempoDePlayoffs pic.twitter.com/ZskCVCquo7
— NBA en Movistar+ (@MovistarNBA) June 21, 2021
Pero el fichaje que elevó las expectativas en los Hawks fue Bogdan Bogdanovic. Tras su frustrada incorporación a los Bucks, los Hawks, con mucho espacio salarial este verano, no lo dudaron. El escolta serbio llegó a Georgia a cambio de 72 millones en cuatro años. Tras una temporada interrumpida en varias ocasiones por diversas lesiones, cuando ha cogido la forma ha vuelto a demostrar que es uno de los mejores complementos exteriores de la NBA, algo que ya había puesto de relieve en un equipo tan escondido para los medios como los Sacramento Kings.
Si bien no ha podido lucir demasiado en la serie contra los Sixers, su sola presencia en cancha descarga un poco a Young de la atención extra que suele recibir. Bogdanovic es un gran generador de juego, que si bien le falta un punto de velocidad, tiene una técnica de tiro, bote y pase que le hace impredecible cuando dirige los ataques. Además, cuando no le salen las cosas desde el bote, sabe relegar responsabilidades y abrir el campo desde el catch&shoot. Un lujo de jugador que los Bucks deberán tener muy en cuenta.
Bogdanovic. No sé si puede haber forma más pura de ‘catch&shoot’. pic.twitter.com/WCbWJw9145
— Gonzalo Vázquez (@GVazquezNY) May 29, 2021
Además, en estos playoffs estamos viendo la definitiva explosión como gran complemento de Kevin Huerter. Titular por la desafortunada lesión de DeAndre Hunter, está cumpliendo sobradamente y en ocasiones incluso ha sido quien ha tirado de la ofensiva Hawk en momentos de atasco en ataque. Por último, no podemos olvidar al veterano Lou Williams, que en el último tramo de su carrera, con aparentes problemas defensivos y minutaje reducido sigue siendo una amenaza ofensiva con un porcentaje superior al 40% en triples.
Trae Young sólo metió un tiro de campo en la primera mitad, pero Kevin Huerter respondió. 12 puntos para el escolta que fue el líder en anotación.
Vía @ATLHawks pic.twitter.com/XDIO22Damp
— Isolation (@isolationba) June 21, 2021
Juego interior, la consolidación de la pareja Collins-Capela
Si ya hemos visto que el juego exterior tiene un rendimiento mayor que el que indican sus nombres, el juego interior no se queda atrás. John Collins juega su cuarto año en los Hawks, equipo que le drafteó en 2017. Parece que en playoffs ha dejado atrás sus aires de grandeza (pidió el máximo salarial para renovar este verano) y está aportando lo que le pide el equipo: capacidad atlética para cubrir el campo, continuaciones tras pases de Young y apertura de la cancha. Sus altos porcentajes y su presencia en el rebote le están haciendo un jugador muy aprovechable, a pesar de que sus estadísticas sean más bajas que de costumbre, ya que la generación de juego para sí mismo quedó para la liga regular. Puede que sea el hombre encargado de defender a Antetokounmpo, así que si consigue reducir el aparente enorme impacto que va a tener el griego, sus emolumentos engordarán sustancialmente a partir de la temporada que viene.
Clint Capela era otra pieza que le faltaba a Atlanta en años anteriores. El suizo llegó tras una buena gestión de la gerencia, que olió la oportunidad en los desencuentros de Capela con los Rockets y su decidida apuesta por el exagerado small ball. Los Hawks habían carecido de un pívot potente en los últimos años y Capela ofrece exactamente lo que este equipo buscaba: protección de la zona, cerrar el rebote y juego sin balón para culminar muchos alley-oops que ofrecerá Trae Young. Los Hawks no van a convertir a Capela en All-Star, pero el suizo está cómodo en su rol, sabe lo que tiene que hacer y lo hace a buen nivel. Eso sí, tras sufrir contra Embiid, toca otro reto de órdago. Anteto ya ha visto que sus puntos tienen que venir de la zona y ahí Capela va a tener una gran misión por delante. Si logra impedir que el griego anote un caudal de puntos en la pintura en cada partido y bajar sus porcentajes ahí, los Hawks tendrán mucho ganado. Recordemos que la falta de un intimidador interior era el gran talón de Aquiles de los Nets, por eso el rendimiento defensivo de Capela se antoja fundamental.
El alley de trae a Capela.
Tenemos partido en Filadelfia. pic.twitter.com/krUH9Opole
— HighlightsNBA (@HighlightsNBArg) June 21, 2021
Con rotaciones cortas, como suele suceder en playoffs, otros jugadores como Solomon Hill, Onyeka Okongwu o Tony Snell tienen una participación testimonial y es poco probable que cambie contra los Bucks. Milwaukee es el favorito, pero como podemos ver Atlanta tiene un mejor equipo que lo que nos sugieren sus nombres, una buena defensa (4.º en ratio defensivo en playoffs) y jugadores adecuados para defender a las estrellas de Wisconsin. La serie promete.