27 años han pasado para volver a vivir un salto inicial entre Real Madrid y Boston Celtics. 27 años de historia que se han reunido, de nuevo, en Madrid. No era el mismo ambiente caldeado que se pudo vivir en el Open McDonald's, pero ambos equipos querían llevarse el partido. Ya avisaron los Celtics: iban a tomarlo como un partido de la temporada.
 
Empezaban abriendo el marcador los de Laso, de la mano de Maciulis, al que seguiría Thompkins, pero los Celtics responderían con un parcial de 10 a 1, liderado por Avery Bradley. Thompkins era la principal baza ofensiva del Real Madrid (7 puntos y 3 rebotes en el primer cuarto), y Brad Stevens daba entrada a Isaiah Thomas. No empezaría enchufado el pequeño base de los Celtics, lo que aprovecharía el Real Madrid para acercarse de nuevo en el marcador, gracias a un alley-oop entre Carroll y Ayón que ponía en pie al Barclaycard Center.
 
El “Chacho” saltaba a pista, regalándonos el duelo que tanto se esperaba entre él y Thomas. No se despegarían los Celtics, manteniéndose la igualdad en este primer cuarto, con Felipe Reyes ya en pista y dejando pronto su sello, peleando cada rebote. Laso daba entrada a Doncic, y Sergio Rodríguez anotaba un canastón donde demostraba toda su calidad. Al final, el primer parcial caería del lado verde por 25 a 23, gracias al buen hacer de Bradley y David Lee, así como un Kelly Olynyk que resultaba un jugador muy difícil de defender para los interiores madridistas.
 
Más igualdad en el inicio del segundo cuarto. Zeller daba los primeros dolores de cabeza al Real Madrid, mas Felipe, el eterno Felipe, respondía y se colocaba con 7 puntos a falta de ocho minutos y medio. El “Chacho” controlaba el ritmo del partido, y el Real Madrid volvería a igualar con una nueva canasta de Thompkins. De nuevo, Sergio Rodríguez lograría anotar y sacar la falta de Tyler Zeller, al que hacía volar, aunque fallaría el adicional. Era la primera ventaja del Real Madrid desde el 4 a 0 con el que iniciaron. Duraría poco la ventaja, pues los Celtics, de la mano de Avery Bradley, lograba tomar de nuevo el mando del encuentro.
Del 35 a 35, al 42 a 35, para los Celtics, con sólo añadir una velocidad más a su juego. El Real Madrid, además, cometía demasiadas pérdidas, lo que facilitaba los contraataques de los verdes. Llull rompería el parcial con un triple, pero respondería un omnipresente Bradley, que lograba su punto número 12. Otro con 12 puntos sería Thompkins, con un triple desde la esquina. De la sangría anotadora de Bradley pasaría a tomar el mando Sullinger, que aprovechaba a la perfección su cuerpo para hacerse sitio en la zona. Maciulis pondría la nota negativa, estando poco acertado y, además, teniendo que marcharse a vestuarios por un golpe en el ojo.
 
Los de Pablo Laso no podrían seguir el ritmo de los Celtics, que lograban su perar la bandera de los diez puntos tras una espectacular acción de Isaiah Thomas que acababa en dos más uno. Al Real Madrid tampoco le salía nada, fallando hasta los tiros libres, y el partido se marchaba al descanso con 43 a 54 para los Celtics.
 
En el descanso, el momento emotivo, con homenaje para Biriukov, Llorente, Villalobos y Romay, componentes de aquel Real Madrid que se enfrentó a los Celtics en 1988. También se encontraba en el pabellón Danny Ainge, General Manager de los Celtics, pero no tomó parte en el homenaje. El pabellón regaló una sonora ovación a las cuatro leyendas blancas, que se enfrentaron a uno de los mejores equipos de la historia. 
 
La primera canasta tras el descanso sería de los Celtics, pero no tardaría en obtener respuesta por parte de Sergio Llull. Sería precisamente con Llull a la cabeza y con Nocioni los que volverían a bajar la diferencia de los diez puntos, pero Crowder cortaría el parcial de 6-0 protagonizado por el Real Madrid con un triple desde la frontal.
 
Los Celtics mantendrían distancias a pesar de un inspirado Lull, que en sólo tres minutos anotaría 8 puntos. Thompkins alargaría el idilio con el triple, pero David Lee pondría el póster del encuentro con un espectacular mate sobre Ayón. Con ambos equipos intercambiando golpes, Isaiah Thomas subía el ritmo, mientras que Willy machacaba el aro céltico sin piedad. Con la diferencia por debajo de los diez puntos, Thomas aparecería, con dos asistencias al desbordar a Sergio Rodríguez, que no podía frenar al pequeño base. Del +9, al +15 y Laso pedía tiempo muerto.
 
Por más que intentaba acercarse el equipo de Laso, no daba resultado. A la buena defensa de Boston se le unía el desacierto de los blancos, y la diferencia aumentaba hasta los 18 puntos (64-82 a falta de 1:30). El “Chacho” intentaría recortar con un triple, pero Thomas no tardaría en responderle. Con Thomas desatado, los Celtics no tenían problemas para mantener la ventaja, y entrarían en el último cuarto con 69 a 85 en el marcador.
 
Laso colocaba una zona para empezar el último cuarto, pero el alto ritmo de Boston no permitía que el Madrid se colocara en defensa. Rozier tomaba el mando en ataque, siendo muy agresivo, y mostránose acertado. Los Celtics, que ya contaban con los jugadores menos habituales en pista, seguían abriendo brecha, con mucho acierto desde el triple, ya que obtenían posiciones de tiro liberadas. Carroll anotaría sus primeros dos puntos a falta de nueve minutos, síntoma inequívoco del desacierto blanco.
 
Sergio Rodríguez intentaría subir el ritmo de los suyos, con cierto éxito, pero sin atino en el tiro, lo que dejaba el partido en la misma tesitura. Poco a poco el tiempo se consumía, y la victoria de los Celtics se iba convirtiendo en realidad. No habría revancha. Carroll estaba desaparecido, y debido a una dura falta de Nocioni, se vivió una situación tensa, con RJ Hunter encarándose con el argentino.
 
El Real Madrid sufriría varias personales en ataque, que harían que los Celtics aumentaran su diferencia hasta los 25 puntos, gracias a un mate de Jordan Mickey, que era el último jugador que faltaba por anotar por parte de Boston. El partido pasaría a segundo plano con 81 a 106 en el marcador, y la NBA se encargaría de poner el espectáculo, levantando al pabellón en un tiempo muerto de Pablo Laso.
 
Daría lugar a una tímida reacción más por parte del Real Madrid, que reduciría esa diferencia a 18 puntos tras un dos más uno de Nocioni. Aparecería el argentino, aunque ya tarde para la remontada, algo que reconocería Laso dando entrada en pista al joven Ndiaye. Lograrían maquillar el resultado, gracias a un triple de Thompkins, máximo anotador del encuentro con 24 puntos, y el partido acabaría con el resultado de 96 a 111 para los Boston Celtics, el mismo resultado que en 1988.
 
La grada en pie, 27 años después, para agradecer la visita del histórico equipo, que volvía a vencer en la capital española. Un trocito de historia de nuestro deporte, un viaje al pasado durante 48 minutos. Y unos Celtics que han sorprendido a más de uno.