La noticia de la nueva lesión de rodilla de Derrick Rose había supuesto un tremendo shock en el planeta basket. Los antecedentes próximos de los graves problemas de rodilla padecidos por la estrella de los Bulls, que prácticamente le han dejado en el dique seco durante dos largas temporadas, hacían prever lo peor. Sin embargo, un rayo de esperanza surge de nuevo en la Ciudad del Viento.
Tal y como informa el Chicago Tribune, el jugador ha decidido extirparse la parte dañada del menisco de su rodilla derecha en la operación quirúrgica a la que se ha visto sometido en las pasadas horas. Este decisión hace que los plazos de recuperación se acorten y se prevea una vuelta a las canchas en un horquilla de entre 4 a 6 semanas. Ello le permitiría disputar los últimos partidos de la fase regular y afrontar con cierto rodaje los playoffs.
Extirpar parte del menisco es una decisión con cierto riesgo para el jugador, ya que, si bien en el corto plazo asegura una vuelta a la acción más rápida, también puede acortar su vida profesional y acarrearle consecuencias físicas cuando cuelgue las botas. La otra opción, reparar la parte lesionada, hubiera supuesto un tiempo de recuperación mucho mayor y una decisión más conservadora, ya que no tendría, en principio, mayores consecuencias para su futuro.