Gonzalo Vázquez

Creo que estamos -no es más que una percepción personal- ante la serie del año; uno de esos duelos que cuentan con todos los grandes alicientes típicos de las grandes series: dos equipos, dos megaestrellas, y sobre todo: dos situaciones panorámicas enfrentadas. De un lado, el equipo más inmediatamente diseñado para el asalto al anillo desde los Lakers de 2004 y la apuesta final de la franquicia más histórica de la liga producto de dos décadas de intolerable paréntesis. De otro, los vigentes campeones del Este, que a pesar de los cambios, de resultados todavía un tanto difusos, siguen dependiendo del rendimiento de un jugador que aún no ha visto detenerse su crecimiento. Lebron James no conoce una temporada inferior a la precedente.
Boston llega de una inesperadamente cruda batalla que ha despertado serias dudas pero al mismo tiempo ha recordado a todos los miembros de esa plantilla que nada de lo que pretendían lograr iba a resultar fácil. Peligro para todo rival: porque, más que cura de humildad Atlanta ha servido de estímulo. O debiera. Por los de Ohio, nada de lo que ocurra puede escapar a la responsabilidad de los recién llegados. Porque lo hicieron para afrontar un duelo como éste, se insiste, el DUELO de estos playoffs y la coartada perfecta para el orgullo del Este.

Andrés Monje

6517_1.jpg_sPara mí, la final anticipada del Este. Los Celtics siguen siendo los máximos favoritos de su Conferencia pese a haber perdido, de forma clara aunque poco comprensible, todos los partidos fuera de su cancha ante Atlanta. Su nivel defensivo es brillante, y en ataque los recursos que genera su Big Three y los aportes de los secundarios siguen siendo armas más que suficientes como para ganar a cualquiera. Eso, y el factor cancha, claro. Porque todas las dudas que pudieron despejar los pupilos de Rivers en Georgia las disiparon sobradamente en el Garden, cuya resistencia se va a antojar clave en la eliminatoria.
A los Cavs ya les conocemos de sobra. Tras su irregular curso, muchos podrán haberles descartado de antemano para la lucha por el título del Este, pero un equipo con LeBron James a este nivel siempre ha de ser tenido en cuenta. Cleveland va a tener que recuperar su mejor nivel defensivo y tirar de la anotación de los secundarios –que habrán de dar un paso adelante- para crearle problemas a los Celtics, porque aunque James sea increíblemente decisivo –que lo es-, su única aportación parece insuficiente para derrocar al bloque verde. Auguro partidos de bajo ritmo, mucha estopa y con James ejerciendo de superhombre. ¿Será eso suficiente para los Cavs? Pronóstico: Celtics 4-2.

Juan Carlos Serrano

Si cuesta imaginarse a LeBron James cediendo el cetro del Este a Kevin Garnett (al actual KG, no al MVP de hace cuatro años), las dificultades de Boston de las dos últimas semanas pintan todavía peor al comprobar que ya ha habido momentos de gran intensidad defensiva Cavalier frente a Washington, tanto en su línea interior como en la exterior. El quinteto West-Gibson-James-Wallace-Ilgauskas (o Varejao) va a ser dificilísimo de batir para cualquier rival. Y por supuesto que podrán con los Celtics si estos vuelven a perdonar como en primera ronda. Los verdes han mostrado una gran defensa todo el año, con especial atención a su trabajo protegiendo la zona. ¿Cómo se mantendrá ese eficaz colapso de la pintura frente a las penetraciones de LeBron?.
Eliminatoria brutal donde las haya. 66 victorias sin Final de Conferencia sería dolorosísimo para los tres pilares del proyecto Boston (ya casi un clásico pese a que no llega al año, que casi toda la competencia cambió de cara en febrero). Y he dicho tres, que no hay que olvidarse de ese Ray Allen que tanto está sufriendo haciendo un papel de tercer hombre que no es el suyo. La derrota no sería menos terrible en unos Cavs que hasta ahora no han ido nunca a menos con James. La organización de Cleveland ha seguido el camino del modelo serio Spur, con una superestrella acompañada de especialistas en defensa y tiro; una vía que se vio potenciada con los últimos traspasos con los que prescindieron de jugadores de perfil no tan marcado. En este sentido, algún día habrá que rendir un homenaje al lituano Zydrunas Ilgauskas, el único gran talento que aguanta el tirón del Elegido, incluso mejorando admirablemente prestaciones anteriores. Verle ahora siendo mucho más importante que ese Ben Wallace, que tanto le angustió en su momento cuando jugaba en Detroit, es una curiosa ironía del destino.

Meej

[[{“type”:”media”,”view_mode”:”media_large”,”fid”:”38082″,”attributes”:{“alt”:””,”title”:””,”class”:”media-image”,”typeof”:”foaf:Image”,”wysiwyg”:1}}]]Cleveland viene de desmantelar a los Wizards, mientras que Boston viene de sufrir agonías sin cuento contra los Hawks. LeBron James está otra vez en ese estado en el que, como decía un periodista, no puede evitar hacer un mate detrás de otro. Los “Big Three” de los Celtics, en cambio, parecen fruta perecedera que se marchita al salir del invernadero. Sin embargo, nadie apuesta por Cleveland Cavaliers. ¿Por qué? Las razones habitualmente presentadas no me convencen: tres estrellas son más que una, dicen, pero yo prefiero a LeBron antes que a los eternos angustiados Pierce, Allen y Garnett; los Cavs no podrán frenar a Kevin Garnett, dicen, pero si algo tienen es defensa interior que cubra las espaldas del elegido; LeBron se encontrará solo en la anotación, dicen, como si eso hubiera sido problema alguna vez. Hace meses, uno miraba a Larry Hughes escacharrando triples y pensaba, “mejor solo que mal acompañado”. Los Celtics ganaran, al fin, porque los Cavs no tienen defensa de perímetro y no pudieron frenar ni las penetraciones ni los tiros de Parker o Ginóbili. Sin Hughes, no queda ningún defensor en las alas que arrojar contra Allen y Pierce. Rajon Rondo parecerá allstar, y los Cavs caerán en seis partidos.

Xesús Serrano

La serie que junto al Hornets – Spurs me va a quitar horas de sueño los próximos días.
Tras los problemas que han mostrado fuera de casa, los Celtics deben vencer en los dos primeros partidos para que la presión se mantenga en unos límites razonables. James intentará que esta suba a lo largo de la serie, y para ello necesitará el apoyo del perímetro, con Wally y Delonte en busca de vendetta, además de Gibson y el recuperado Pavlovic. Varejao y Big Ben (un poco small últimamante) intentarán que Garnett no brille tanto como otras veces, e Ilgauskas puede ser fundamental en la anotación, como sucediese en el Este el pasado año.
En los Celtics, además del Big Three, será importantísimo el papel de Posey con LeBron, lo que quizás lleve a más modificaciones de su línea exterior de lo habitual, pues parece complicado que Allen o Pierce se encarguen de James con regularidad. Aún así, la pérdida de eficacia defensiva en el perímetro de los Cavs debe ser aprovechada por Paul y Ray. A Cassell lo firmaron para estos momentos, por lo que necesitan su apoyo a Rondo, y Perkins me presenta muchas dudas, al igual que el resto del juego interior de los verdes. Salvo Garnett, claro.
Acierto en el perímetro, dominio de la zona y LeBron, las principales claves de la serie bajo mi punto de vista.
Me lo voy a pasar en grande.

Jose Navas

Boston y Cleveland comienzan esta próxima madrugada una serie a la que podiamos titular “la batalla de las defensas”, la mejor defensa de la NBA la de los Celtics se enfrenta a la defensa de los Cavaliers, la misma que la pasada temporada les llevara a conquistar el titulo de la Conferencia Este.
Los Celtics llegan a esta serie después de sufrir más de la cuenta ante los jovenes Hawks, nadie pensabamos que los Celtics necesitaran de siete partidos para acabar con Atlanta y es que, los playoffs son otra historia, el juego se hace mucho más físico y cada partido hay que dar el máximo para lograr una victoria.
Si hablamos de juego físico, Cleveland llega a esta serie después de sufrir en sus carnes y más en la de LeBron James el juego fisico con la que Washington ha intentado “anular” a LeBron.
Esta serie se presenta igualada, los Celtics parten como favoritos por tener el factor cancha a su favor, ese mismo factor cancha que ha sido fundamental para derrotar a Atlanta, pero que a buen seguro no tendran tan fácil ganar sus partidos en casa como lo han tenido frente a Atlanta. Los Cavaliers pueden presumir de tener una plantilla más profunda a mi entender que los Celtics, en Boston será fundamental la aportación de los suplentes y más aún frente a los Cavaliers, defender a LeBron no va a ser tarea fácil, Pierce y Allen lo van a sufrir en sus carnes, desde el banquillo habrá que prestar mucha atención a la defensa que pueda hacer el especialista James Posey.
Otro factor a tener en cuenta va a ser la defensa de Ben Wallace sobre Kevin Garnett y la cuentas pendientes de dos ex-Celtics, Delonte West y Wally Szczerbiak que vuelven a enfrentarse al equipo que el verano pasado los mandara rumbo a Seattle en el traspaso de Ray Allen.
Sin duda, la serie se presenta con muchos puntos de interés y muy igualada, mi favorito son los Celtics, pero para ello deberán seguir haciendo del Boston Garden un fortín y deberan “aprender” a ganar fuera de casa.

Juan Carlos Serrano repasa el Celtics – Hawks

No ha sido sencillo seguir la lenta evolución de los Hawks en la ya larga etapa Woodson. Aunque sí les recuerdo de estos años partidos curiosos, incluso con detalles defensivos válidos, de equipo que se quiere hacer serio. Este curso todavía no se ha llegado al cincuenta por ciento de victorias, pero un Playoff ilusionante protegiendo su casa, quizás hasta haya servido para recuperar a esa mala afición de Atlanta, e intentarlo con fuerza la temporada que viene. La impresión final que nos dejan es parecida a la de su hombre más espectacular, Josh Smith: Mucha calidad física pero no muy avanzados en aspectos básicos como el pasarse el balón entre ellos. Y la culpa de eso no es sólo del entrenador, tan contestado por su afición. Será interesante seguir a partir de ahora su trabajo de despachos, con peliagudas decisiones sobre jugadores que andan lejos de ser apuestas seguras, especialmente un Marvin Williams que bien podría ser su comodín de futuro por si hay que buscar base y banquillo. Muy bien Horford firmando la temporada que debía, ni más ni menos.