
- A mediados de los 80 empezamos a conocer la NBA gracias al programa "Cerca de las estrellas"
Aunque en España el baloncesto empezaba a gozar de una gran popularidad y a estar muy presente en los medios de comunicación, en 1985 aún faltaban un par de años para que se pudieran ver con asiduidad imágenes de la mejor liga del mundo, por lo que los ídolos eran los de aquí, los héroes de la selección de Díaz-Miguel y los americanos (o los poquísimos extranjeros de otras nacionalidades) que jugaban en la liga española: los Essie Hollis, Nate Davis, Mike Philips, Brian Jackson, etc.
A mediados de la década de los 80, después de la gesta de la selección en Los Ángeles, TVE empezó a traer algunos partidos de la NBA para retransmitirlos en diferido varios días después de haberse disputado. Solían ofrecerlos en la sobremesa de los sábados o los domingos, dentro de los programas deportivos de la época, en los que se encadenaban diversas retransmisiones de distintos deportes. Así pudimos empezar a descubrir la liga estadounidense, disfrutando de algún encuentro de la Final de 1985 entre los Celtics y los Lakers y de la de 1986, entre los Celtics y los Rockets de Olajuwon y Sampson. El encargado de comentar el partido era el habitual de las competiciones españolas y europeas, Pedro Barthe, en esta ocasión acompañado de Vicente Salaner y del seleccionador español, Antonio Díaz-Miguel.
Esa falta de imágenes y el hecho de que los "profesionales" no disputaran las competiciones de selecciones hacía que todo lo que tenía que ver con la NBA nos pareciese de otro planeta. Incluso cuando empezamos a verlos con frecuencia, a partir de 1987, su espectacularidad y algunos rasgos estéticos (las gafas de Worthy o Abdul-Jabbar, el parqué del Boston Garden, el diseño de las camisetas o las botas) convertía a aquellos jugadores en extraterrestres para nosotros.
En 1987 el ente público ofreció unos cuantos partidos de la temporada regular en diferido, todos de Portland, con la esperanza de que ese día le tocara saltar a la cancha a Fernando Martín, cosa que casi nunca ocurría. Aquí podemos ver unos minutos de un Portland-Boston en el que sí se produjo la coincidencia:.
Aquella temporada ya pudimos ver gran parte de las Finales, aún en diferido, protagonizada de nuevo por los dos clásicos históricos de la NBA, los Celtics y los Lakers. Algunos de los highlights de aquella una serie resuelta en seis encuentros fueron los 6 triples de Michael Cooper en el segundo y el gancho ganador de Magic Johnson en los últimos segundos del cuarto. La narración del decisivo sexto partido corrió a cargo de una pareja atípica: Nacho Calvo y Sergio Sauca.
En la temporada 1987-88 el boom del baloncesto se encontraba en su momento de máximo apogeo, con varias publicaciones semanales y mensuales en los quioscos y mucho interés del aficionado por informarse de todo lo que rodeaba al deporte de la canasta. En especial, poco a poco íbamos sabiendo más cosas de la mejor liga del mundo, la NBA, después del fugaz paso de Fernando Martín y de los partidos que, como hemos visto, nos llegaban con cuentagotas.
A principios de aquella temporada, TVE observó aquella demanda y comenzó a ofrecer un partido semanal, con varios días de retraso pero que era muy esperado por los aficionados cada viernes por la noche. A continuación vemos uno espectacular de la primera temporada, entre los Lakers y los Celtics, disputado en el Boston Garden y con un final maravilloso. Los Lakers aspiraban a repetir título, como había prometido su entrenador Pat Riley al acabar la temporada anterior, mientras que los Celtics empezaban a notar el paso de los años pero seguían siendo uno de los mejores equipos del Este:
Acertadamente, la televisión pública convirtió la retransmisión en un programa sobre la NBA, con su plató y sus invitados, donde antes del partido se ofrecían imágenes de lo sucedido en los últimos días en la liga americana. Era una media hora de resúmenes y jugadas espectaculares con una cabecera en la que se leía "NBA Today", donde podíamos descubrir a jugadores que no habíamos visto hasta entonces, porque jugaban en equipos que no llegaban a las Finales, casi lo único que habíamos presenciado hasta la fecha.
Gracias a aquello conocimos a Ramón Trecet, del que la mayoría no habíamos oído hablar hasta la fecha pero que resultó un soplo de aire fresco, por sus estancias en Estados Unidos mucho más conocedor de la NBA que cualquier comentarista de baloncesto al que estuviésemos habituados hasta entonces. Además, su modo de comunicar no se parecía en nada al de los que solían comentar los partidos españoles y europeos, y poco a poco nos fuimos sorprendiendo con su famoso "din don" (para los triples), "catacroc" (para los mates) y su entusiasta forma de narrar. Como todo el que se sale de la norma y como le ocurría a Andrés Montes, tenía sus detractores pero seguramente fue el personaje idóneo para acercarnos un mundo del que aún desconocíamos muchas cosas y que había que contar de otra forma.
Aquella temporada fue la primera que TVE envió a un comentarista, el propio Trecet, a las finales de la NBA, que pudieron verse de madrugada en directo en España, con repeticiones al mediodía siguiente. Unas finales que disputaron los Lakers y los Detroit Pistons y que resultaron espectaculares. También envió al All Star celebrado en Chicago a Pedro Barthe, al que daba paso Ramón Trecet desde el plató del programa. Poco a poco esos viajes se fueron haciendo normales, pero para los aficionados aquello nos seguía pareciendo un acontecimiento.
La final de la NBA de la temporada 1987-88 fue especialmente apasionante por varios motivos: fue la primera de unos Detroit Pistons que llevaban toda la década subiendo un escalón cada año hasta convertirse en finalistas y además tuvieron que disputarse siete partidos llenos de tensión. Otra de las razones fue que, al acabar la temporada anterior, el entrenador de los Lakers, Pat Riley, había garantizado a sus aficionados que volverían a ganar el título el año siguiente, algo que no sucedía en la NBA desde hacía casi 20 años.
La promesa de Riley no fue nada fácil de cumplir para los angelinos. Tras una buena temporada regular en la que alcanzaron 62 victorias, los playoffs fueron para ellos un auténtico vía crucis, sufriendo hasta la extenuación para superar a Utah y a Dallas en siete partidos. Ambas eliminatorias serían el preámbulo de una final aún más complicada. El principal problema que tuvieron los californianos fue que Kareem Abdul-Jabbar ya notaba el peso de los años y le costó muchísimo aguantar tres eliminatorias seguidas tan largas. Magic Johnson y James Worthy llevaron el peso del juego angelino, ante el desacierto de Byron Scott y la falta de fuelle de hombres como Jabbar y Michael Cooper.
Enfrente, unos Pistons jóvenes y pujantes, plenos de moral tras superar a los Bulls de Jordan por 4-1 y el escollo de los históricos Celtics después de varios años intentándolo. Detroit practicaba el juego agresivo que les dio tanta fama, pero también con jugadores de gran calidad en sus filas como Isiah Thomas, Joe Dumars, Adrian Dantley o el fantástico "Microondas" Vinnie Johnson... apoyados por la "garra", por llamarla así, de otros como Bill Laimbeer, Rick Mahorn o Dennis Rodman. Los agotados Lakers no podían tener enfrente un rival más incómodo.
Los Pistons llevaron la iniciativa en la serie arrancando una victoria en el primer partido disputado en Los Angeles y a partir de ahí los Lakers fueron a remolque. Aunque ganaron dos encuentros seguidos para ponerse 2-1, los de Michigan se anotaron los dos siguientes, el cuarto de la serie con bastante claridad. Con 2-3, la serie viajaba de nuevo a California con unos Lakers agotados y obligados a ganar los dos últimos encuentros en casa para que Riley cumpliese su promesa.
Los dos últimos partidos fueron dramáticos y desde España los aficionados estábamos volcados con las retransmisiones de Ramón Trecet, algunos trasnochando para verlas en directo y otros esperando a la repetición del día siguiente. El sexto partido se convirtió en partido histórico por la enorme actuación de Isiah Thomas, con récord de anotación en un cuarto incluida, cojeando por una lesión sufrida en el propio encuentro.
Con 3-3, el séptimo partido fue aún más dramático y espectacular, resolviéndose en los últimos instantes. En este vídeo se puede disfrutar de la retransmisión íntegra del partido por TVE, con comentarios de Ramón Trecet desde Los Angeles y el apoyo de Vicente Salaner y Esteban Gómez desde España. Un maravilloso partido que merece la pena ver tantos años después.
Podéis ver más artículos y vídeos de partidos de la época en mi blog, Aro Pasado.
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