Charles Barkley, o Sir Charles como se ganó con su calidad en las canchas NBA, fue arrestado por conducir en estado de embriaguez, y le ha llegado la hora de pagar a la comunidad por su error.
Barkley, que actualmente realiza labores de comentarista para la TNT, ha sido enjuiciado por un juez de Arizona por conducir bajo la influencia del alcohol y por saltarse una señal de STOP, teniendo que pasar cinco días en la cárcel, inscribirse en un programa para alcohólicos anónimos y pagar más de 2.000 dólares.
Bajo la ley del estado de Arizona, Barkley también tendrá que llevar colocado un dispositivo de localización en su automóvil, que se activará automáticamente cada vez que encienda el motor de su vehículo. Dicha sentencia se ejecutará el próximo 21 de marzo.
Barkley admitió, en declaraciones hechas al programa en el que trabaja, que estaba preparado para declararse culpable e ir a la cárcel: "Pienso que es inaceptable ser detenido por conducir en estado de embriaguez", declaró. "Eso no puede suceder y tengo que advertírselo a otras personas, no celebrarlo o hacer chistes".
Parece que este hecho puede ser un punto de inflexión en la conducta del ex jugador, consciente de seguir siendo un referente para cierto sector de la juventud norteamericana, corrigiendo su conducta públicamente y asumiendo sus errores. Puede que no llegue a ser un modelo a seguir, pero si deja la senda de ex jugadores como Dennis Rodman o Scottie Pippen y centra su vida, podría inculcar un valor de superación importante en todos aquellos que lo admiraron un día.