CLEVELAND CAVALIERS 106 – 91 CHICAGO BULLS (1-1)

El primer escenario de esta noche fue The Quicken Loans Arena en Cleveland, allí asistiríamos a un partido dominado de principio a fin por el equipo local, Cleveland Cavaliers. Los Cavs supieron darle la vuelta a los papeles del primer partido y someter a Chicago Bulls a una intensa defensa y a un martilleo constante desde más allá de la línea de 3 puntos, y sobre todo a la actuación de LeBron James. 

Tan solo unos días después de explicar el motivo por el cual dejó de ponerse su cinta del pelo en los partidos -para parecerse a sus compañeros-, James la volvió a llevar, y parece que le sentó de maravilla porque anotó 14 puntos (5/7) en el primer cuarto. Los Cavs empezaron bien, mientras que Chicago no lograba reaccionar, poco efectivo en ataque, los Bulls llegaron a perder 10 balones en la primera mitad del partido. 

Como ya demostraron a lo largo de la temporada, uno de los puntos fuertes de Cleveland es el lanzamiento exterior, James Jones, Matthew Dellavedova e Iman Shumpert se unían a la fiesta con varios triples que lanzaban a su equipo en el marcador. Gracias a la defensa, a los triples y a LeBron James, el conjunto dirigido por David Blatt se iba al descanso ganando por 64-35. 

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La segunda mitad comenzó con un susto para Cleveland, ya que Shumpert dejaba la cancha lesionado. Es cierto que para el próximo partido estará listo J.R. Smith, pero con la baja indefinida de Kevin Love, Cleveland no se puede permitir más bajas. En el tercer cuarto, Chicago consiguió reducir la ventaja a 11 puntos cuando faltaban 6 minutos del cuarto, pero no se pudieron acercar más. 

Otra vez James, y esta vez también, Kyrie Irving, asumieron más responsabilidades en ataque para aniquilar las esperanzas de remontada de los de Illinois. El último cuarto del partido, con ventajas sobre los 20 puntos de los locales, quedaba visto para sentencia y la serie viajará a Chicago para ver quien es capaz de deshacer el empate (1-1). 

Los mejores del partido, por parte de Cleveland, fueron LeBron James (33 puntos, 8 rebotes) y Kyrie Irving (21 puntos, 3 asistencias), mientras que por parte de Chicago, Derrick Rose (14 puntos, 7 rebotes, 10 asistencias) y Jimmy Butler (18 puntos), fueron los mejores. 

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HOUSTON ROCKETS 115 – 109 LOS ANGELES CLIPPERS (1-1)

El segundo escenario fue el Toyota Center de Houston. Un partido que comenzó mal para los Clippers, que siguen sin poder contar con el lesionado Chris Paul, ya que DeAndre Jordan hizo su segunda falta y se tuvo que sentar en el banquillo cuando no se habían jugado ni 3 minutos. Esto lo aprovechó Houston para destrozar la zona angelina, el equipo de Doc Rivers no sabía parar las continuas acometidas de James Harden y Dwight Howard, para que los Rockets anotaran hasta 22 puntos en la zona durante el primer cuarto.

Tras el 35-24 con el que acabaron los primeros 12 minutos de partido, los Clippers reaccionaron de un inspiradísimo Blake Griffin -lo está desde que comenzaran los playoffs-, que dominaba todas las facetas del juego. Desde la zona, desde la media distancia, incluso dando asistencias, Griffin ayudó a que su equipo redujera la ventaja y para que el balance del segundo cuarto fuera de 41-21 para los Clippers. El equipo angelino logró darle la vuelta al marcador y marcharse al descanso ganando por 9 puntos (65-56). 

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En el tercer cuarto, de la mano de Harden, Houston lograba reducir la ventaja a tan solo 4 puntos y el partido se decidiría en los últimos 12 minutos de juego. Al principio del último cuarto, los marcadores situados arriba de las canastas que indican el tiempo de juego y la posesión del equipo atacante dejaron de funcionar, y los operarios del Toyota Center tuvieron que trabajar a destajo para solucionar el problema. Al final, al no poder restablecer el funcionamiento de los marcadores, fueron sustitídos por otros situados en la línea de fondo. 

Parece que el parón benefició más a Houston, los texanos salieron a por todas, y de la mano de los lanzamientos exteriores de Harden lograba aumentar la ventaja de su equipo, que fue rondando los 10 puntos durante todo el último periodo. Los Clippers no parecían poder acercarse en el marcador y el tiempo se les acababa pero gracias al Hack-a-Howard, a falta de 1:27 por jugar, el marcador era de 109-105 favorable a Houston. A partir de ahí, el equipo local estuvo más acertado y con una penetración de Harden, y la posterior pérdida de balón de Austin Rivers, se llevaría la victoria, para empatar la serie (1-1). 

Este partido tuvo dos nombres propios, uno por cada equipo: por parte de los Clippers Blake Griffin (34 puntos, 15 rebotes y 4 asistencias) y por parte de los Rockets James Harden (32 puntos, 7 asistencias, 3 rebotes). 

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Los Playoffs se ponen preciosos con todas las semifinales empatadas 1-1, ahora cambiamos de escenario pero no de espectáculo. Para acabar, lo mejor de esta noche en cámara lenta: 

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