Gabriel Muela: Portland está siendo, en las últimas semanas, la sorpresa positiva en la NBA. Si echamos un vistazo a la plantilla de los Blazers vemos que su juventud y calidad augura unos próximos años de bonanza, sin embargo, es importante no dejarnos influir demasiado por la serie tan fantástica de triunfos que lleva actualmente. Ganar diez partidos de forma consecutivos no es fácil, y menos cuando tienes fuera a algunos jugadores importantes como Oden o Aldrige, pero hay que valorar el buen concepto que tenemos todos ahora debido a esta racha y que nos puede hace sobredimensionar el potencial real del equipo. Lo cierto es que Portland está mostrando en estos días su potencial, con una serie de jugadores en varias posiciones que deben dar que hablar en el futuro. McMillan ya realizó un gran trabajo en Seattle y lo normal es que lleve a los Blazers en los próximos años a cotas altas, pero desgraciadamente hay muchos factores en forma de suerte, lesiones y evolución de jugadores que son impredecibles. Si consiguen conjugar todos estos factores, a buen seguro se convertirán en un gran equipo en el futuro.

David Vilares: Es evidente que esta racha de diez victorias seguidas no refleja lo que debe ser la temporada en Portland, sobre todo porque la mayoría son partidos en casa, donde los Blazers tienen una de las mejores marcas de la NBA (12-3) y donde han conseguido el 80% de sus victorias. Lejos de Oregon, la vida no es tan bella (3-9). Sin embargo, sí que creo que los Blazers pueden pelear por la octava posición del Oeste que actualmente ocupan, aunque probablemente sin éxito. Ahora mismo están por encima de Jazz y Rockets, equipos que han demostrado mucho más que los de Portland pero que han tenido un arranque para olvidar. Serán dignos contendientes para Utah y Denver por el título de la Northwest, eso seguro. La mejor noticia para la franquicia es el futuro, que sólo puede traer mejoras al equipo, y es lo que hace que McMillan no tenga ninguna presión por meter al equipo en postemporada.

[[{“type”:”media”,”view_mode”:”media_large”,”fid”:”40725″,”attributes”:{“alt”:””,”title”:””,”class”:”media-image”,”typeof”:”foaf:Image”,”wysiwyg”:1}}]] Íñigo García: Dejaré que Pau Donés hable por mí y diga un “Depende” bien alto (espero que Solobasket se encargue de tratar con la SGAE). Si por ir en serio entendemos que los Blazers lleguen al final de la regular disputando e incluso consiguiendo una de las últimas posiciones que dan derecho a playoffs, pues sí, van en serio. Si entendemos como algo más, pues no, no van en serio. Lo que sí puede suceder es que esta temporada provoque una línea evolutiva distinta a la esperada cuando fueron agraciados con el #1 del pasado draft. Se pensaba que el equipo se basaría principalmente en un juego interior dominante con Oden y Aldridge, y Brandon Roy con una importancia menor. Pero resulta que Roy se ha decidido a silenciar a sus críticos, y no es solo que haya sido el mejor jugador de los Blazers en esta racha, es que en varios de los partidos no estaba LaMarcus Aldridge. Será bueno para ellos que Oden no tenga tanta presión encima y que pueda recuperarse completamente de la lesión, y posiblemente a nivel estadístico Aldridge se vea perjudicado, pero qué buena pinta tienen estos Blazers para las próximas temporadas. Con McMillan, claro.

Andrés Monje: Si hay que elegir… me decanto por fantasía aunque, personalmente, prefiero seguir defininiendo a los Blazers con el término futuro, y es que el equipo de McMillan, plagado de jóvenes en progresión y con roles importantes, está sentando, con su trabajo actual, las bases del éxito a medio plazo. Estos Blazers están aún tiernos, pese a que McMillan saca un gran rendimiento a sus jugadores; al igual que no poseen un gran líder, pero tienen varios jóvenes con capacidad para llegar a serlo. Su solidez en el Rose Garden tiene, a mi juicio, mucho que ver en esta racha –siete de los diez partidos ganados han sido en Oregon-, aunque es evidente que el bloque ha ido adquiriendo mucha confianza y se siente con poder para vencer a cualquiera. Sin embargo, Portland se muestra muy débil en el rebote, no posee una defensa puntera ni un demoledor ataque. Resumiendo, no veo a los actuales Blazers como una posible alternativa a nada serio para la hora de la verdad, y sigo pensando que el estado en el que vuelva Greg Oden en el futuro marcará el devenir de la franquicia en los próximos años, sobre todo si el ex jugador de Ohio State vuelve en perfectas condiciones. Será entonces, y no ahora, cuando los Blazers sean toda una realidad.