Durante los últimos años hemos visto en los 76ers el clásico proceso habitual en muchas franquicias: los malos resultados hacen que se deshagan de sus más elevados contratos -Iverson y Webber-, confiando en los jóvenes y en una futura flexibilidad en el mercado para dar una vuelta de tuerca a la situación.
Los prometedores resultados de la pasada temporada y el refuerzo de Elton Brand hacían que se considerase a los Sixers como uno de los candidatos en la conferencia este, si bien los resultados no han sido los esperados, lo que llevaba a la destitución de Mo Cheeks, y la baja de Brand ha coincidido con una mejora en los resultados del equipo.
¿Qué parte de "culpa" tiene Brand? ¿Qué se puede esperar de los Sixers? Nuestros colaboradores nos dejan sus impresiones
Juan Carlos Serrano
La apuesta de Philadelphia presentará la grieta de la Campana de la Libertad si Brand no deja atrás el flojo nivel de las primeras semanas. Dolorosamente oxidado para un equipo que vivía de defender y correr, con el joven más prometedor justo en su posición. Aunque el premio del año es para Eddie Jordan, fue casi tan feo que su fallida inserción se llevara por delante a Cheeks. Pero tampoco vamos a llorar, que los numerosos cambios de entrenador están funcionando vía modificaciones en la rotación, aunque a DiLeo la cosa le ha venido rodada con la lesión del ala-pívot. Ahora hay confianza en que a la segunda vaya mejor, que parece gustar su gestión de partidos y su llamamiento a buscar más el triple, que duele ver las cifras en las que se mueven. De los mejores representantes de las moderadamente utilizadas zonas Match-up (defensa zonal trampa, es una individual con ajustes) y en la que ellos se concentran en vigilar las penetraciones sin seguir cortes por la línea de fondo, lo que precisa de un tres y un cuatro que cubran campo y un taponador atento al aro. No vendría mal que los largos brazos de Elton se adaptaran a este tipo de matices para acercarse más minutos al quinteto pequeño del pasado curso, que tan bien ha recuperado a Iguodala y Williams.
J.R.Sanchís
Nos decía el director de una productora de TV donde trabajé años ha que “si algo funciona no se debe cambiar”. En aquella época nuestro programa registraba picos de más del 30 por ciento de share pero finalmente acabó desinflándose y desapareciendo. El cambio llegó demasiado tarde y el programa fue a la deriva hasta que naufragó. Elton Brand, el hombre que iba a dar un salto de calidad a los Sixers, se reincorpora al equipo tras haberse dislocado el hombro derecho hace un mes. Llega en plena bonanza de juego para los de Di Leo, que cuenta sus siete últimos partidos por victorias. Quince noches de ausencia con un balance de 10-6 (contando el partido de Milwaukee) podría llevar al equívoco de que los Sixers son mejores sin Brand. Cuando los Suns perdieron a Stoudemire por una temporada (05-06), “currantes” como James Jones, Bell y Diaw, entre otros, supieron cubrir la baja y el equipo llegó a la final del Oeste. Sin embargo no era lo mismo tener de pívot a Diaw o K.Thomas que contar con una fuerza de la naturaleza como Amaré. El retorno en la temporada siguiente afectó a la dinámica del equipo ya que, a mi juicio, se intentó adaptar de nuevo el equipo al jugador. Sumaron más victorias pero fallaron en playoffs. En este sentido considero que Brand será un hombre importantísimo y básico en la segunda parte de la temporada. Sin él no les han ido mal las cosas. Di Leo ha resuelto la papeleta con una mayor movilidad en el juego ofensivo, contando con más opciones de ataque de las que el más beneficiado ha sido Iguodala. El buen trabajo del técnico dependerá ahora de engranar esta nueva y fundamental pieza en unos Sixers que en estos momentos son una máquina perfectamente engrasada. Intentar adaptar el juego del equipo a Brand sí sería un error. Por si acaso, sus compañeros ya han dejado claro cómo se ha de jugar.
Meej
Era un buen plan sobre el papel: coger los sorprendentes Sixers de la temporada pasada y añadirles a Elton Brand, la “roca estadística” que compensaría la irregularidad ofensiva del equipo. Pero la realidad fue decepcionante: Brand no era el de antes de la lesión, y los Sixers parecían descoordinados. Podía achacarse lo de Iguodala y Thad Young a la llegada de Brand, ya que los había desplazado de sus posiciones anteriores, pero ¿qué excusa tenían Andre Miller y Dalembert? La única buena noticia era el debut del eufónico pívot Marreese Speight. El equipo cayó hasta un 9-14 que le costó el cargo a Mo Cheeks, todo un caballero pero corto de disciplina o consignas tácticas. Tony DiLeo empezó ganando, pero la lesión de Brand sumió a los Sixers en el hoyo. Cuando ya se los daba por perdidos, los 76ers han vuelto con una espectacular racha de 7-0. Iguodala ha vuelto a ser el del año pasado, Miller y Young brillan, y Dalembert… bueno, hace lo que puede. DiLeo ha apostado por un quinteto pequeño y por el juego veloz a pesar de la endeblez reboteadora. Incluso hay rumores de que Ratliff ha sido visto vestido de corto, y ahora vuelve Brand. ¿Qué pasará? Quizás la pregunta sea más bien qué pasará cuando se termine la racha de Iguodala, algo que parece inevitable.
Xesús Serrano
Creo que las causas del bajo rendimiento de la franquicia en el inicio de la temporada responden a 4 parámetros, no necesariamente en este orden: 1) El cambio en el umbral de exigencia, ya que, por primera vez desde la marcha de Iverson se exigen resultados en la franquicia, con un notable incremento de presión, 2) El pésimo rendimiento de Iguodala en el inicio de la temporada, algo solucionado en las últimas semanas, 3) El desacierto de Andre Miller en el lanzamiento exterior durante los primeros partidos, 4) La horrorosa temporada de Dalambert, en caída libre desde sus problemas en verano con la selección canadiense. Con todo ello, los planes de principio de temporada, reforzando con un gran jugador la posición más débil de su quinteto titular, quedan totalmente desactivados, si bien es cierto que Brand no ha rendido como en sus mejores momentos con Clippers, aún sin coger totalmente el ritmo tras su grave lesión del curso pasado. Eso sí, a veces no puedo evitar pensar que es Billy Wilder quien escribe todas las situaciones de mercado que se dan en la NBA, y es obvio que el temor a que se produzca un nuevo caso Webber en los Sixers está ahí.