La lesión de Bynum abría numerosas incógnitas en la franquicia de Los Angeles, rompiendo el sueño de ver juntas a sus torres luchando por el anillo, pero eso no ha supuesto ningún problema a la hora de vencer todos los partidos en la gira por la conferencia este, con sensacionales triunfos en canchas como las de Cavs y Celtics.

Con la adquisición de Morrison y el nombramiento de Pau como jugador de la semana en la conferencia oeste, nuestros colaboradores opinan sobre las posibilidades de los Lakers tras todos estos acontecimientos

Meej

”Meej"Son tiempos interesantes en casa de los Lakers. Kobe parece cada vez más astillado, pero sigue condicionando el juego y a los rivales. La baja de Bynum deja en cuadro el juego interior, lo que ha llevado a ocasionales avistamientos de Mihm; pero por otro lado, Odom y Gasol se han crecido ante la evidencia de que no queda nadie con quien compartir minutos y tiros. Farmar y Vujacic siguen inconstantes como el agua, pero el mayor lastre del vestuario, con un cierto aire bosnio, ha salido ya tarifando. La lesión de Bynum parecía poner fin al proyecto de anillo, pero los Lakers han reaccionado con dos victorias con sabor a playoffs contra Celtics y Cavs para volver al número uno. Incluso se rumorea que Morrison podría volver a dejarse crecer las greñas. Probablemente todo quede en mucho ruido y pocas nueces: sin Bynum, las opciones y variantes posibles de Lakers se reducen dramáticamente, y en playoffs lo pagarán caro. Pero los playoffs son el futuro, y el futuro es un país lejano del que nadie sabe en realidad nada. De momento, que nos quiten lo bailao, que la fase regular se viste de púrpura y oro. Carpe diem, que decían los clásicos, o cómete el plátano, que decía un Al McGuire que a su estilo también es clásico. A Phil Jackson le gusta repetir ese dicho de McGuire, ya que le ve un algo de budista porno. Comámonos el plátano, pues.

Gonzalo Vázquez

”GonzaloEste inmaculado trayecto angelino por el Este remite al que los Celtics completaron por el triángulo texano el año pasado. Un golpe de autoridad que hizo las de preámbulo del anillo. Todo haría indicar que no son más que banquetes de moral en la Regular si no fuera porque hemos pasado unos días en que daba la impresión de que Lakers, Celtics y Cavaliers parecían estar jugándose en una mesa el factor cancha en las próximas Finales. Así de cerrada parece este año la NBA. Pero la verdad por delante. Con todo en contra el golpe de mano angelino asusta. En un abrir y cerrar de ojos los Lakers han invertido ese aparente dominio del Este en lo que llevábamos de curso. El magistral baloncesto exhibido tras el mazazo de Charlotte en casa, sin que nunca dé la impresión de que los Lakers juegan al cien por cien, avisan a los dos gallos del Este y recuerdan a San Antonio que tan sólo su mejor versión podría hacerles frente este año. Sin Bynum, los de Jackson recuerdan que disponen de todo para otro nuevo asalto. Es como si con el máximo de Kobe, Gasol y Odom más la mejor versión conjunta del resto, les sobrara incluso el traspaso que ahora deben integrar en una maquinaria sencillamente perfecta. Y sin embargo algo me dice que el anillo no ha sido decidido esta semana. Que la facilidad con que sortearon rivales hasta alcanzar la final asustaba mucho más que lo que hayan podido exhibir estos últimos días. Sólo la experiencia les favorece.

CB Dimar

”CBLa baja de Bynum más allá de los importantes intangibles que estaba aportando (rebote, intimidación, equilibrio en la defensa), sus puntos, y el dúo interior demoledor que ya apuntaba con Pau, se va a notar en carga de minutos excesiva para el de Sant Boi, ya veremos como llega Gasol al tramo final de temporada, pues es evidente que Mihn y Powell, al margen de su injusta no reconocida valía como peones de rotación, no garantizan a día de hoy suficientes minutos de calidad en momentos comprometidos. Creo que actualmente, a nadie escapa ya que la clave de los Lakers para conseguir el gran premio de final de temporada es Pau Gasol (por encima de su "boss" Mr. Bryant). Siempre que el ex de Memphis sea capaz de trasladar la dureza y madurez mostrada en los partidos "clave" ya disputados (Boston, San Antonio, Cleveland) al territorio play-off, los Lakers tienen un pie en la Gran Final y a tiro de piedra el anillo. Gasol, además de meter puntos y rebotear, es el verdadero base distribuidor de los Lakers (poste alto, poste bajo, desde la línea de 3 puntos, etc.), y permite que un tipo hasta ahora taciturno y en la “reserva” como Odom, pueda destaparse destrozando la zona contraria o que sus compañeros exteriores puedan acribillar el aro desde la larga distancia sin demasiada dificultad. Como ya insinué, me gusta la llegada de Morrison, otro "melenas" de excelsa calidad ofensiva que aúna conocimiento del juego y un "esperanzador" margen de progresión, que en caso de encajar otorgaría un valioso equilibrio al perímetro de los Lakers. Sin embargo, atisbo perjudicados en su aterrizaje, pues no veo factible que se reparta minutos con Walton-Ariza-Vujacic y Farmar (Fischer es intocable en la rotación angelina si no llega un base de primera mano en algún traspaso).

Juan Carlos Serrano

”JuanSeguir los primeros pasos de los jugadores tiene su lado gratificante (ver la evolución de un Joey Graham) y sinsabores como Morrison, brujo NCAA que no supera el listón físico al que llega Dunleavy. Crueles y distorsionadores recuerdos, que hacen que un simple lance del juego te acompañe siempre: en un Seattle-Utah de hace años, hubo una acción de rebote en la cesta de los Sonics, con Kirilenko llevándose el balón por encima de Radmanovic. Inolvidable el contraste brutal entre el hambre del ruso y el pasotismo del bosnio. Pero la indolencia mete triples con 2.08 así que le ofrecieron un pastón, que incluso rechazó aunque el destino le dio luego la oportunidad de salir de Clippers hacia el paraíso. Ahora va al destierro de Charlotte y nos dice que el triángulo es genial con las estrellas pero duro con los secundarios. Y tanto, que sobrados de talento han prescindido de su feo contrato, sin dignarse a imitar siquiera al Morris de los Jazz finalistas, que pasaba del tema pero siempre podía salir y cambiar algo. Y tiene razón en lo del sistema. Justo antes de la lesión, Bynum empezaba a parecer un gran pívot. Y esta pasada semana, Gasol nos ha recordado por fin lo gran jugador que es. Esos son los rasgos inequívocos de los campeones de Jackson: que saca lo mejor de los mejores.

J.R.Sanchís

”J.R.Sanchís"En plena efervescencia obamiana llega a Los Angeles el librepensador de izquierdas Adam Morrison. No podía llegar a mejor lugar ni en mejor momento. Los de Phil Jackson vienen de arrasar el Este sin un Bynum que venía haciendo el mejor baloncesto de su vida. Radmanovic ya no se sentía a gusto con el entrenador de los anillos y se despachó a gusto nada más llegar a los Bobcats, el equipo que le tiene tomada la medida, precisamente, a los Lakers. Morrison y Lakers tienen mucho que ganar y poco que perder. En el cuadro angelino toda ayuda exterior va a ser bienvenida y Morrison puede empezar a producir nada más llegar. No tendrá las mismas exigencias defensivas que le imponía Larry Brown y gozará de cierta libertad –la que le deje Bryant y Jackson- en ataque. No es bueno que todas las opciones en ataque pasen por Bryant y Gasol –que puede acabar asfixiado cuando lleguen los playoffs- y Odom no va a rebañar con éxito todas las noches el aro contrario. Sería curioso comprobar cómo el enésimo nuevo Bird empieza a recuperar el vuelo en el enemigo número uno de los arrogantes verdes. A todo esto, parece que tendremos que tomar más en serio a estos nuevos Lakers que no dejan de ser los mismos que en la temporada pasada llegaron a las finales.