Desde la adiós de Porter nos ofrecieron unos partidos donde se volvían a ver orgías de anotación, antes de la racha de derrotas tras el triunfo ante los Lakers que ha colocado al equipo lejos de la octava posición en el oeste.
¿Tienen los Suns posibilidades de meterse en los playoff? Nuestros colaboradores repasan la actualidad del equipo
Gonzalo Vázquez
(Menuda gira llevan) Antes de nada: cuando Porter debutó en los Bucks fue un entrenador valiente. Daba gusto ver a un equipo de roster bajísimo que a ritmo alto hasta parecía bueno. Por eso pocas cosas me han decepcionado más que el Porter de los Suns. Sin entrar en valoraciones la presencia de Shaq le hizo mucho daño. Como entrenador se situó bajo él. Al extremo de traicionar lo que había mostrado como técnico, lo que representaba el modelo PHX, los deseos de jugadores como Nash y Bell y hasta a sí mismo como profesional. A su despido Gentry dijo querer largar la inseguridad que rodeaba a este equipo y todo aquello que escribiera la prensa. Como si ése fuera el problema. Estos Suns con Amare todavía daban para soñar en mayo. Soñar, digo. Pero ya sin él la cosa es tan sencilla como que este equipo se ha quedado en una rotación de seis hombres y con ella morirá en la batalla de alcanzar la octava plaza (ver últimos cuatro partidos del calendario). Con ese quinteto (Nash-Rich-Hill-Barnes-O’Neal), tres de cuyos integrantes corren serio riesgo físico, no puedes permitirte el lujo de eludir la postemporada. Un lujo, digo, para quien no cuenta con segunda unidad. El partido en San Antonio nos recordó a todos que el final del modelo PHX, tal vez su agonía, debería llegar en playoffs. Nunca antes.
Suerte, Xesús. Porque al margen de un título en Ohio nada me agradaría más que una sorpresa de Arizona en el Oeste. Pero nunca antes pintaron peor.
Juan Carlos Serrano
Era extraño al principio. Empezaban los partidos y el primer balón iba a O’Neal al poste. Y pasó algo que podía pasar; que uno de los mejores de siempre quisiera resucitar para acabar mandando sobre la pareja de estrellas. Se optó por protegerle en defensa, más estático que rifarlo a cargas que tanto le hicieron sufrir en Miami. Claro, eso unido a Nash te deja una defensa del pick and roll que junto a malas lecturas en las ayudas provocaron derrotas ideales para dar marcha atrás con el entrenador de este panorama perturbador. Definitivamente pequeños sin un Stoudemire al que dejaremos descansar con la coartada de sus graves problemas oculares, la patética vuelta al ataque tras el All-Star sólo hace desear ya un proyecto fresco para la franquicia. Una mención obligada a la impactante andanada de Dwyer en el Ball Don’t Lie de ayer. Un ataque justo que matizaría en algún aspecto. No sé si se cambia tanto con la edad como desearía el periodista con Shaq, pero yo soy algo más piadoso con el viejo que quiere seguir joven, metido en peleas y piques llenos de vida frente a esa muerte que es la retirada próxima. Y por otro lado, en el caso único de Shaq siempre me quedará la duda de cuánto de su cuestionable profesionalidad excusaba su brutal superioridad física.
J.R.Sanchís
Semana desastrosa para los Suns. Del 6-2 inicial tras la destitución de Porter se ha pasado a un 6-6 después de 4 derrotas consecutivas fuera de casa. El run & gun de Gentry acaba pagando factura a un Shaquille muy cansado on route. Lejos atrás quedó la alegría de tres partidos consecutivos promediando 140.5 puntos. El primer mamporro se los dio la defensa de los Celtics y pese a renacer el optimismo ante Lakers nuevamente se han sucedido las collejas, una de ellas a cargo de San Antonio, la pesadilla de los Suns. Todo parece indicar que los Dallas Mavericks marcarán el corte de los playoffs. Actualmente la diferencia reside en cuatro partidos que no se antojan insalvables pero sí muy complicados ya que los Mavs, dentro de su mediocre temporada, van ganando partidos sin entrar en rachas negativas preocupantes. En un último esfuerzo para colarse en la segunda ronda los Suns acaban de reclutar a Stromile Swift, todo un número dos del draft que no supo digerir el éxito de Gasol en su primer año de contacto con la NBA. Todo lo que aporte defensivamente –puntos y rebotes- será bienvenido ya que los Suns no tienen nada en la pintura salvo Saqtus y un acelerado Amundson que puede tener un par de partidos brillantes pero poco más (Robin parece que no cuenta). La sombra de Stoudemire, el hombre que no rendía con Porter, está siendo demasiado alargada y no existe sol suficiente para disiparla.
Xesús Serrano
Es tentador observar a Barbosa intentar tirar del carro durante algunos minutos junto a Dragic, Dudley, Amundsen y Lopez (ahora Swift) y empezar a pensar que con D’Antoni no pasaban estas cosas. Desgraciadamente, el problema es mayor, y ni siquiera la ausencia de Stoudemire es una excusa, pues el proyecto estaba agotado. El paso atrás provocado por la pérdida de explosividad de Nash y las restricciones económicas hicieron que los Suns dejasen de ser un aspirante al anillo, y no deja de ser meritorio el modo en el que Kerr ha intentado paliar la decadencia con múltiples apuestas. Aunque algunas salgan francamente mal -como la de Porter- es de agradecer que nos haya devuelto a un Shaq de la élite tras sus malos últimos meses en Miami. La máxima competitividad del oeste nos volverá dejar un equipo fuera de los playoff que ronde las 50 victorias, y son los de Arizona ahora mismo los principales candidatos.
Y es que la apuesta de los Suns en estos años siempre ha sido algo así como órdago a grande, 5 a chica, me llevo los pares y juego no tengo. Pese a ser más sencillo irse al tópico del así no se puede ganar que hemos oído hasta el hartazgo.