Iñigo García
Tras ver lo de esta pasada madrugada en Oakland pintan bastos para los Mavericks. No es admisible que cuando tu vida está en juego, es decir, faltan menos de cinco minutos contra un rival directo, se pueda apreciar nítidamente que hay un problema de comunicación entre Howard y Kidd en una defensa. Pero lo peor estaba por llegar, y es que tras algunos dimes y diretes consiguen ponerse de acuerdo, pero basta un bloqueo de un interior Warrior para que Baron Davis tenga un triple sin un defensor en tres metros a la redonda. Nothing but the net, por supuesto.
Bah, habrá sido un despiste… pero que se vuelve a repetir con otros protagonistas en la siguiente defensa, y en este caso de salda con una bandeja sencilla de Monta Ellis. Y así podríamos seguir hasta el final del partido. Pero quizás lo más significativo sean los dos (o uno y medio) airballs de Jason Terry en tiros completamente abiertos, y que nos llevaría a pensar un año más en el miedo. Y es que el miedo a veces toma forma de temblor, otra de bloqueo y otras incluso de desidia. Que se lo digan a Jerome James.
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