Todo el mundo habla de Russell Westbrook y sus triples-dobles (razón no les falta), pero pocos focalizan sus halagos en otra figura de perfil ejecutor similar, pero de sistema de juego muy diferente: James Harden. Del mismo modo que Russ se ha alzado como ejecutor y creador único de los Thunder, Harden ha hecho lo propio en Houston. Menos vistoso que Westbrook por la explosividad del base de los Thunder, Harden es a los Rockets lo que Russ es a los Thunder. Y lo cierto es que La Barba está a nivel MVP, incluso a un nivel superior de aquel Harden que le peleó hasta el final el primer MVP a Stephen Curry. Esta temporada Harden es quinto en puntos por partido (27.8), primero en asistencias (11.7) y lidera su equipo en rebotes (8.1) siendo exterior. Harden lo hace todo y bien. Por eso Houston es cuarto del Oeste, con una racha de 9-1 en los últimos diez que les ha permitido empatar en récord con los Clippers (21-8). Lidera la liga en dobles-dobles junto a Westbrook y Whiteside, los tres con 22, y es segundo en la clasificación de triples-dobles con 6. No hay duda, Harden tiene las llaves de la ciudad. 

A esa idea de Harden como ejecutor principal hay que sumarle el buen trabajo de Mike D'Antoni como entrenador. Si la cosa sigue así es probable que sea un fuerte candidato al Coach Of The Year. D'Antoni le ha dado plenos poderes nombrándole base oficial del equipo. Si bien es cierto que Harden ya venía siendo el principal creador de juego, la diferencia este año radica en que él es el encargado de bajar el balón tras rebote y, por lo tanto, lo tiene entre manos desde un primer momento, sin necesidad de recibir bloqueos para liberarse de su defensor para poder recibir y crear ya en zona ofensiva. La recuperación de Beverley (teórico base del equipo), ausente por lesión en las primeras semanas de competición, no ha variado el sistema de D'Antoni y mientras Harden baja el balón, Beverley ocupa la posición de escolta en la pista. Esto ha provocado que la circulación sea más fluida, y el porcentaje de puntos tras asistencia haya incrementado notablemente en tan solo un año. El año pasado Houston era el 15º equipo de la liga en %AST con un 58.9%. Este año son cuartos con un 62.7%. Un ritmo de juego alto (un poco más de 100 posesiones por partido) y a vivir del triple. Con esto Harden se siente como pez en el agua. Prueba de ello son los 24 triples que anotaron en un partido hace escasos días (récord histórico de la liga) y en los que Harden participa directamente -anotando o asistiendo- en 14 de ellos. 

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¿Qué significa Harden en el esquema Rocket? Pues prácticamente todo. De sus manos nacen la mitad -literalmente- de los puntos de Houston. Si sumamos sus puntos (27.8) más los puntos que producen sus asistencias (28.3) nos lleva a la descomunal cifra de 56.1 puntos. Houston anota 112.6 puntos por partido, así que hagan cuentas. Harden es líder en esa estadística superando a un extraterrestre como Westbrook (55.8) en ese aspecto. Por poner en contexto las desorbitadas cifras de estos dos alienígenas, LeBron produce 48.9 puntos (25.4+23.5), Wall 46.1 (23.7+22.4) o Chris Paul 40.1 (17.6+22,5). Y al contrario de lo que podáis pensar, Harden no está entre los cinco jugadores con más porcentaje de uso; clasificación que lidera Westbrook con holgura y con marca histórica (41,1%). A diferencia de Russ, Harden "solo" tiene un 33,2 de USG%. Es el jugador que más pases recibe de toda la liga (82.3 por partido), dato que refleja la dependencia que crea en sus compañeros; y es el tercero que más pases da con 66.9, solo superado por dos bases clásicos que amasan mucho balón como Rondo y Chris Paul. 

Para que Harden haya alcanzado estas cifras han tenido que llegar nuevos fichajes de verano. Tiradores como Eric Gordon y Ryan Anderson facilitan la labor de Harden y una vez que éste penetra es fácil sacar el balón para triples abiertos. Los nuevos están con la puntería afinada y tiran por encima del 40% en triples en situaciones de catch and shoot (recibir y tirar). Si le sumamos los triples desde la esquina derecha Trevor Ariza (45.9% desde ese lado), Houston se convierte en un arma terrorífica desde fuera. Además de tener un martillo pilón en las continuaciones de pick&roll como Clint Capela. El suizo es capaz de hundir casi cualquier balón, ya sea en alley-oop o en mate tras la continuación. Ahora, lesionado, Montrezl Harrell deberá ocupar esa función. Condiciones físicas no le faltan. Todo nace, pues, en Harden y en sus penetraciones. Si la defensa se cierra sabe que tiene buenos tiradores abiertos capaces de destrozar al rival; y si no saltan las ayudas tiene una autopista para crujir las defensas a base de entradas. Si le intentan hacer el dos contra uno tras el bloqueo directo frontal sabe que Capela está solo para continuar y hundirla. Porque Harden tiene toda la pista controlada. 

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Y es que la dependencia de Houston con Harden es total. Los Rockets tienen un Offensive rating de 111 puntos por cada 100 posesiones, el cuarto mejor ataque de la liga.  Con Harden en pista, esa cifra se eleva hasta los 113.7 pts/100 posesiones. ¿Qué pasa si Harden está en el banquillo? La cifra baja hasta los 102.3 pts/100 posesiones. Por eso La Barba está siempre presente en los mejores quintetos ofensivos de Houston, porque es el motor de toda su producción en ataque. 

Houston se divierte, Harden se divierte y los Rockets van como un cohete. James Harden is cooking y eso no es bueno para sus rivales.