Mucha gente hace estos días el calendario de Adviento y lo que significa que es la cuenta atrás para la llegada de la Navidad, pero el base español Ricky Rubio ha comenzado la cuenta atrás para ponerse de nuevo la camiseta de Cavaliers y debutar en la temporada, con ganas de dejar atrás la recuperación de ACL que tuvo el pasado mes de diciembre de 2021, concretamente el 29 de diciembre ante Pelicans en New Orlenas. Una lesión que se une a alguna más que siempre son inoportunas en cualquier jugador, pero en Ricky Rubio han llegado en momentos clave de su carrera, ahora bien, como ha comentado recientemente, ve la luz al final del túnel de nuevo.

Ha vuelto, entusiasmado y directo fue el entrenador jefe JB Bickerstaff después del entrenamiento del pasado jueves. Fue el primero que informó que Rubio había comenzado a practicar 5 sobre 5 y que comenzaría a ir a más, teniendo luz verde para esta progresión de cargas. Incluso, en los últimos días ya se le ha visto practicar lanzamientos y ejercicios antes de los partidos, algo parecido a lo que hizo por ejemplo Bogdanovic de Hawks previo a su retorno hace unos días. Los Cavs no tienen prisas y Ricky tampoco. Durante este año alejado de las pistas, tuvo tiempo para ser intercambiado y enviado a Pacers, pero durante la temporada baja decidió retornar a Ohio y ser parte importante de un equipo contendiente. Su papel importante ya se pudo ver durante los meses del curso pasado que pudo estar en pista y Garland aprendió mucho al lado del genial base catalán. Es una extensión del entrenador en pista, aporta esa sensación de calma, orden y dando el pase correcto, considerando que su vuelta se puede dar de aquí a tres semanas. 

 

Hace unos días fue asignado al equipo filial de la G League de Cavs, los Cleveland Charge, siendo una práctica utilizada en los últimos tiempos en la NBA, ya que eso le puede proporcionar a Ricky Rubio entrenamientos extras, pero no jugará y disputará ningún partido. Unos Charge que tienen en el roster al mejor jugador de la semana, Sharife Cooper, Isaiah Mobley o Didi Louzada. Es interesante, por el hecho de que permite a los jugadores recuperar tiempo extra de práctica. El experimentado base tuvo promedios el año pasado de 13 puntos y 6,6 asistencias en 28 minutos