Con sólo dos temporadas en la NBA, DeMarcus Cousins (2.11 m y 122 kg) ya es considerado como uno de los jugadores más problemáticos de la NBA. Muchos le señalan como el principal culpable -junto con Tyreke Evans– del despido de Paul Westphal. La temporada pasada, la de su debut, ya protagonizó algún que otro acto indisciplinario, pero su mala fama le viene de lejos. En una entrevista concecida al periódico USA Today, el jugador formado -es un decir- en Kentucky intenta hacer un lavado de imagen, días después de que se encarara con un fotógrafo que intentaba tomar una instantánea suya en el vestuario. Suerte que por ahí andaba el  bueno de Isaiah Thomas (1.75 m y 84 kg).

Cousins se muestra tajante: "La gente no me conoce tal como soy. Ellos sólo creen lo que escuchan y se dejan llevar por esa percepción. Así, es díficil ser uno mismo pero mis compañeros y entrenador saben cómo realmente soy, y eso es lo que importa".

El jugador de los Kings se apropia del dicho "por un perro que maté…." y nos habla del origen de su mala fama, basado en un altercado en un autobús con un miembro de la facultad, en su segundo año en high school. Según Cousins, ya no hubo ningún incidente extraescolar más: "Nunca tuve ningún problema fuera de la cancha. Se puede comprobar mis antecedentes criminales. Nunca hice nada, pero soy la peor persona del mundo".

"Soy juguetón y una persona que ama la diversión", indica Cousins. Su compañero Jimmer Fredette -tal vez en las antípodas como jugador y persona- corrobora sus palabras: "Es realmente un buen tipo y lo pasamos bien junto a él. Tiene una mala reputación y no se está siendo justo con él".

Su conexión con Westphal no existió, algo que parace que sí se da con Keith Smart. Al menos en estos primeros partidos de competición, en los que han cosechado alguna victoria…A Cousins le gusta la manera de actuar del coach: "No se asusta por decir lo que piensa y va con la verdad por delante. Es algo que necesitábamos y que debimos de tener desde el principio". No sólo sintoniza con la manara de ser sino también con el juego ofensivo, muy críticado en la era Westphal: "Ha cambiado. Hay mucho más movimiento, más circulación de balón…Poco a poco vamos creciendo y mejorando. No se puede cambiar de la noche a la mañana".

Crecimiento que también debe estar asociado a la personalidad de Cousins, porque es sabedor de que está en el punto de mira, sobre todo después de la salida de Westphal y con un virage a su favor: "Sé que tengo que tener cuidado con lo que haga, con lo que diga. Siempre está en mi cabeza y pienso en ello cada día. Siempre hay gente que te avisa y todos creen tener la respuesta correcta. Es algo por lo que debo pasar".

DeMarcus promedia 13.9 puntos, 10.4 rebotes y 1.6 tapones. Desde la llegada del nuevo coach ha tenido buenas actuaciones, sobre todo en el rebote (19 capturas en dos ocasiones) y los Kings han ganado 3 partidos en 8 encuentros por 1 de 5 con Westphal de entrenador.

Este verano, otro indomable como Andray Blatche anunció que iba a dar no sabemos cuándo empezará.

Suerte, Cousins, en la búsqueda de la redención. No desfallezcas.