Toco de nuevo madrugar en la hermosa Seattle para dirigirnos a coger el tren que nos llevaría a Portland, un viaje que personalmente disfruté al máximo. Desde el tren, pudimos disfrutar con los grandes paisajes de esta zona de Estados Unidos, las grandes praderas verdes, los preciosos ríos y el sabor de las construcciones americanas de todas las localidades por las que pasábamos, nos hacían pasar nuestro viaje en el Cascade de manera muy agradable, a la vez que a pasos agigantados nos íbamos acercando a nuestro destino final.
Portland nos recibía con un cielo azul y soleado, muy al contrario de lo que esperábamos por la zona del país donde nos encontramos, donde en esta época del año la lluvia es la gran protagonista, nuestro corto viaje en taxi hacia nuestro hotel nos hizo tomar nuestra primera opinión de esta histórica ciudad recordada por ser la casa de jugadores de la categoría de Arvydas Sabonis, del recordado Drazen Petrovic, pero mucho antes fue la casa de nuestro malogrado Fernando Martin.
Este martes en Portland lo dedicamos a darnos una vuelta por un centro comercial cercano a nuestro hotel, donde como viene siendo habitual en nuestro viaje, seguimos con nuestras compras .
Dia 9
A los pocos minutos, Sergio hacía acto de presencia, un encuentro simplemente espectacular, donde pude desde el primer momento darme cuenta de la cercanía del jugador canario.
Sergio nos llevaba a continuación a comer a uno de los mejores restaurantes de la ciudad, un grandioso restaurante situado en la última planta del rascacielos más alto de la ciudad, donde pudimos disfrutar además de una exquisita comida, de unas grandiosas vistas.
Pasamos una sensacional tarde con el, una tarde de ensueño cuyos detalles quedaran en nuestra memoria para siempre.
Ya estamos de vuelta en el hotel, ahora están pasando por la TNT el partido entre Dallas y Miami, después saldremos a cenar y volveremos a nuestra habitación para reponer fuerzas de cara al día de mañana, donde viviremos una Spanish Night entre Sergio y Pau, que a buen seguro volveremos a disfrutar al máximo.