Hay momentos que no por esperados dejan de doler. Esta madrugada se jugó el último partido en casa de Dallas Mavericks y con el terminó mucho más que otra liga regular para los aficionados de los Mavs. Dirk Nowitzki cogió el micro y anució su retirada, algo que se daba por hecho pero que aún no había confirmado el protagonista.

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Se retira uno de los mejores jugadores de la historia, el más importante de la historia de los Mavericks, equipo al que siempre fue fiel y al que dio el título de 2011 en el que fue MVP de las series finales, 12 veces All NBA, 14 presencias en el All Star, MVP de 2007 y sexto máximo anotador de la historia de la NBA, entre otras muchas cosas. Desde el punto de vista europeo, se retira el que para muchos es el mejor jugador nacido en el viejo continente de la historia o al menos el que ha tenido mejor carrera y más impacto en la NBA. Para otros no lo es, porque siempre tiene que haber debate cuando se habla del mejor de todos los tiempos, pero en este caso el porcentaje a favor de Dirk es muy alto. Precisamente se retira en el momento de la historia en el que tiene un buen relevo asegurado, ya que son varios los candidatos a intentar alcanzar o superar su carrera como mejor representante de Europa en la historia de la competición estadounidense, como el candidato a MVP Giannis Antetokoumpo, el casi seguro ROY Luka Doncic, y esas rara avis como Nikola Jokic o Kristaps Porzingis que aún tienen muchos años por delante para maravillarnos a todos. Todos son jugadores diferentes, como lo ha sido Dirk, que también puede tener el título de mejor tirador de siete pies de la historia y que ha sido un jugador único.