Suelen los mitos del baloncesto crearse una vez acabada la carrera de cada uno de ellos. Comúnmente usamos aquella expresión de ‘se retira el jugador, nace la leyenda’para hablar de aquellos deportistas capaces de lograr infinidad de hitos y dispuestos a vivir en la retina de los espectadores o en los libros de historia. Pero en la NBA asistimos a un fenómeno pocas veces visto anteriormente, el fenómeno de un jugador capaz de trascender de su propia disciplina antes, mucho antes, de que su carrera concluya. Con 33 años y quince temporadas en la mejor liga del mundo, LeBron James se prepara para jugar su novena final de la NBA, la octava de manera de consecutiva, y lo hace teniendo ante sí, el mayor reto de su carrera. James tiene delante suya la gesta definitiva para ser el mejor jugador que ha dado el deporte de la pelota naranja, su cuarto enfrentamiento consecutivo ante los Golden State Warriors, uno de los mejores equipos de siempre.
El fantasma que perseguía años anteriores, el fantasma de Chicago, queda ya demasiado cerca para no legitimar un debate que lleva un par de años encima de la mesa y que hoy en día es un tema repetido, ¿es LeBron James mejor que Michael Jordan?Parece increíble que alguien pueda pronunciar estas palabras sin sentir cierto recelo, porque lo que durante años parecía una blasfemia, hoy es una idea que revolotea entre muchos seguidores del baloncesto. Y más después de las últimas contiendas que ha tenido que librar el alero de Akron. La última, llevar a un equipo que sin él estaría fuera de los playoffstras ganar en Boston jugando todos los minutos de su partido cien en la temporada. Repetimos, con 33 años y quince temporadas a sus espaldas.
Porque LeBron James ha dejado ya sin palabras a todo el que escriba, hable u opine sobre él. Se trata de un jugador que acumula 12 presencias en el mejor quinteto de la temporada, más que nadie en la historia. Es decir, lleva más de una década gobernando la mejor liga de baloncesto del mundo. Son ocho finales consecutivas, la última vez que en una final de la NBA no jugóLeBron James, el 78% de los jugadores de la actual liga no habían debutado. Un dominio continuado en el tiempo como nadie en la historia. Bueno, casi nadie, porque ahíaparece Michael Jordan. Y es en esa comparación, en ese momento, cuando nos damos cuenta de lo que ha conseguido un LeBron James que todavía no ha terminado su carrera. Y que viendo sus superioridad física y su trabajo para cuidar un cuerpo y una mente absolutamente privilegiados, todavía puede aguantar otro lustro a un gran nivel. Una auténtica animalada que le podría colocar como el máximo anotador de todos los tiempos.
EL REY DEL ESTE
35 puntos.
15 rebotes.
9 asistencias.Otro partido para la historia de LeBron James. #TiempoDePlayoffs pic.twitter.com/zO4xIyy8EV
— NBA en Movistar+ (@MovistarNBA) 28 de mayo de 2018
Porque todo lo que hace ya James es histórico. Sus playoffs son de otra época, son quizás su mayor proeza hasta la fecha, porque hace un mes parecía inverosímil ver a estos Cavaliers, desfigurados, llenos de jugadores grises, en las Finales de la NBA. Más solo que nunca, sin un entrenador a la altura de lo que demanda un contender, y con compañeros que aunque él se encargue de arroparlos y defenderlos ante la prensa, no han aparecido más que con cuentagotas en los momentos clave. Y aunque parezca imposible, tan siquiera, que ganen un partido a los Warriors de Curry, Durant, Green y Thompson, lo cierto es que nadie se atreve a afirmarlo. ¿Por qué? Por LeBron James. De conseguir ganar el anillo, su leyenda estaría a la altura del más grande que jamás haya pisado una cancha de baloncesto, y el debate no sólo serálegitimo, sino que no darámiedo aseverar que LeBron James es el más grande baloncestista de todos los tiempos. Porque ahíestáel reto del Rey. Su mayor hazaña jamás contada. Y no se trata de ganar a los Warriors una vez más, se trata de superar el fantasma que le acompaña desde siempre. Se trata de ser el mejor jugador de la historia.
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