17 triunfos con únicamente 3 derrotas, un 85% de triunfos son una marca que debe asustar a todos los rivales de Los Angeles Lakers. Más aún si tenemos en cuenta que han estado en los primeros partidos sin Pau Gasol, cuya importancia se ve en los números del equipo: 8-3 y una diferencial de puntos favorable de 3’0 sin él frente a un 9-0 y un diferencial de 16’6 puntos de promedio desde que juega el de Sant Boi.
Por otro lado, debe notarse que han tenido el calendario más sencillo del campeonato: con el partido que jugarán esta noche ante los Wolves serán 17 de los 21 los encuentros que hayan disputado en su cancha.
¿Estamos ante unos Lakers claramente superiores al resto o debemos tomar estos resultados con cautela?
Juan Carlos Serrano
Formó un cóctel explosivo. La dificultad de los análisis de este juego, con lo aparentemente “suelto” y fácil que fluye el triángulo o las sospechas que despiertan sus bases y reservas, unido a ese tremendismo que se vende a lo equipo grande de fútbol, despreciando a los demás: ¡siete partidos contra los lesionados Rockets, vergonzoso! En un brillante momento del baloncesto NBA sólo un gran equipo puede ser campeón y cabe desear para este año una interpretación más madura de lo que se avecina que, con la mayor excepción del enigma Boston si prosigue la creciente eficiencia de Garnett, apunta hacia su lado con ese superior pase y tamaño; un Kobe circense y con piernas para defender, dándole todavía para birlar un MVP al perjudicado LeBron; y para rematar, un Gasol verdaderamente terrorífico como escudero. Hasta parece poco inflamable esa bomba con la que no parecían ayudarse trayendo el contraste muscular y pegón de Artest. Desgarrador para los rivales los porcentajes que están provocando, especialmente en los triples.
Meej
Recuperado Gasol y con Bynum alcanzando su velocidad de crucero, las únicas dudas que subsisten sobre los Lakers residen en la aportación de los suplentes, ya que los titulares parecen de momento casi inatacables. Las malas noticias son que Odom no parece haberse adaptado del todo a la suplencia, que Vujacic está para darle de bofetadas y que la situación salarial y contractual de la plantilla hace casi imposible cualquier refuerzo. Las buenas noticias son que la crisis en el puesto de base parece haberse aliviado con un Fisher más acertado, Jordan Farmar dando señales de vida y Shannon Brown aportando momentos aislados de espectacularidad. Mientras Kobe, Gasol y Bynum sigan a ese nivel y Artest se mantenga centrado, no hay motivos para anticipar un desfallecimiento de los Lakers. Especialmente con un Luke Walton que debe de estar a punto de volver a las canchas. O algo así.
J.R. Sanchís
Justo cuando voy a empezar a escribir unas líneas me llega un artículo de la revista Forbes en la que sitúan a los Lakers como el equipo más valioso. Un dato más para consolidar la superioridad mediática del equipo del glamur (ahora menos desde que dejaron Inglewood). Si a esto le unimos que el equipo ahora mismo va primero en la regular season y encadena 10 victorias consecutivas, mucho mejor para dar la razón a David Stern. Ya saben, el que maneja todo el tinglado, para el que una final perfecta sería un Lakers vs Lakers. Curiosamente el segundo equipo con más poder económico son los Knicks, que llevan jugando al ahorro en estas dos últimas temporadas y que de glamurosos, la verdad, tienen poco. Pero volviendo al tema que nos ocupa, sí, son de verdad estos Lakers pese a que han perdido ante dos de sus rivales más directos (Dallas y Denver), hayan tenido un desliz contra los Rockets o las pasaran canutas contra Wade y cía. Kobe Bryant está a nivel MVP, Andrew Bynum de momento no se rompe, Artest está más sereno (ahora juega en un equipo ganador), los reservas aportan un poco más, y Gasol colma de felicidad a sus admiradores no estadounidenses. Y si encima Blazers y Spurs cojean…Todo en bandeja, pues, para creerse su segundo anillo consecutivo.
Xesús Serrano
Nos encontramos ante un equipo con el mejor juego interior de la competición -no es de extrañar el que las ausencias de Bynum o Pau estén lejos de provocar una catástrofe- y un jugador exterior cuyo rendimiento es al menos tan alto en lo que llevamos de curso a cualquier otro de la liga, por lo que la marca de victorias quizás sí se pueda equiparar al nivel que tiene el equipo. Eso sí, las dudas sobre el rendimiento defensivo de los Lakers no tengo tan claro que estén resueltas, pues ahí es uno de los factores en los que más se nota el plus de rendimiento y permisividad que tienen los locales. Lo que sí parece definitivo es que nadie en el oeste parece capaz de hacerles la más mínima sombra, y que necesitaremos ver el juego angelino ante Celtics, Magic o estos Cavs que presentan incógnitas para conocer si esa superioridad se traslada a todos los equipos de la liga.
¿Soy el único convencido de que Morrison no acaba la temporada con el equipo y puede ser movido intentando encontrar una pieza más de rotación?